sábado, diciembre 30, 2006

Los santos vienen marchando

Pensar que todo esto empezó así: con las ganas de contarle a las personas que están cerca (por distancia y corazón) algunas reflexiones sobre lo que la vida es.
Transmitir un poco de ánimo, que nunca viene mal, extraer de todas las cosas ocurridas su lado positivo y cuasi celestial.
Todo eso al mismo tiempo de tratar de entender lo que me/nos pasa en este transitar. Dilucidar las relaciones sutiles que nos unen, afrontar miedos internos y exteriorizar berrinches con Dios.
De nuevo (mis palabras ya se repiten mucho), la intención final es Agradecer, a todos los que están compartiendo esta ensalada cósmica que se llama vida, a los que están adelante y nos guían, a los que están atrás y nos piden mas, y por supuesto, al mimísimo Maestro, que puso en marcha este teatro, sin que se le pase el más mínimo detalle.

Hoy me toca reflexionar sobre lo bien que pueden salir las cosas si uno las desea de corazón. Sobre la diferencia entre sufrir por lo que no se tiene y trabajar por obtenerlo.
Aceptación (gracias flaco), es una de las piezas del rompecabezas.
"Esto es lo que me toca hoy, aquí me puso el que todo lo sabe... por algo será, agradezco por eso".
Y ese "algo será" llega siempre si sabemos esperar, y si durante la espera nos portamos bien.
Hasta la tragedia mas grande tiene un espacio en el guión del cielo.
Mirando con atención, empezaremos a ver que las recompensas son infinitas.

Es muy posible que ya se hayan aburrido muchísimo, así que los dejo.
Les agradezco por prestarme un poquito de atención.
Espero algún día merecerla.

Mi deseo para todos es que aprendamos a vivir siguiendo los sueños... si al final vinimos para eso.


Hay mas de un camino para llegar a la sabiduría, pero hay que tener el coraje de bajarse de la carretera y emprender un camino a pie.