Emociones se agolpan en la garganta.
Lágrimas de liberación, alegría y tristeza piden permiso para ver la luz de la luna.
Ruiditos naturales venidos de la infancia hacen eco en el campo al otro lado de la ventana.
Marce, Mercedes, los dos Juanes y Luna cantan juntos, cada uno a su manera.
Y afloja... la vida afloja.
Se siente más liviano el camino cuando por un rato sentís tanto amor.
Cada parte de mi historia la llevo conmigo, en una memoria que se cree que olvida.
El camino empieza y termina a la vez, como la serpiente que se come la cola, para renacer...
El Maestro nos cuida, y en cada lágrima, la voz de una luna, Madre de todas las Madres nos susurra que siempre vivirá dentro nuestro.
Orgullo espero que sienta.
Amor siento yo
y nostalgia de algo que nunca fue correcto, pero siempre estuvo bien.
Joao
Resguarda tu sangre, pues es ella la que te va a salvar. Solo ella, siempre.