jueves, julio 28, 2005

Mi proyecto


Voy a poner un buscador, que sea rápido, liviano y eficiente. Si! todo el mundo lo va a empezar a usar...
Y cuando sea popular voy a dar cuentas de correo!!
¡¡¡Voy a ser rico!!!

...espero no haber llegado tarde...

Jooao
El visionarioPosted by Picasa

martes, julio 12, 2005

Horizonte

No se si este post saldrá optimista o pesimista.
Es extraño, hay veces que todo está bien: uno tiene libertad, amigos, estudio, trabajo, la plata necesaria para vivir, la cama calentita, una relación mas o menos aceptable con la familia... todo casi bajo control, y sin embargo, a la vez, nos invade una sensación de amargura, de vacuidad, de falta de motivos, de "no se qué" que hace que todo tenga un tinte negro.
Todo está bien, pero no. Hay algo que falla.
Más de uno dirá "Si! a mi me pasó". Y gentilmente me brindará los consejos que le hicieron bien en ese momento. Serán bienvenidos.

Pero la verdad es que estoy usando ese caso como contraste, pues me ocurre extrañamente, algo casi totalmente opuesto.
Estoy desconectado del mundo social, por no compartir cosas frecuentemente siento una distancia incómoda con mis amigos. Como no me pasa nada interesante no tengo nada que contar. Estoy solo... no, no es cierto: me siento solo.
Estoy sobrecargado de trabajo, salgo de mi casa, trabajo, trabajo, trabajo, llego a casa, duermo todo lo que puedo y sigo al otro día.
La mala suerte y las vacaciones me separaron hasta de mi grupo de estudio. El horizonte, si bien está dibujado (esa es a favor) esta muuuy lejos. Todo lo que sigue por un tiempo requiere de grandes esfuerzos. Mis gustos están relegados a los tiempos que no tengo. La casa está sucia y fría, los perros del barrio se entretienen rompiendo las bolsas de basura de todos mis vecinos en la entrada de mi casa. Para peor entré en uno de esos períodos que podrían denominarse como "Etapa Gamexane": basta con que me acerque a una mina que me gusta para ahuyentarla hasta la frontera más próxima. Mi familia, en forma sutil a veces, y en formas no tan sutiles otras, me exige cosas: atención, afecto, plata...
Y sin embargo... estoy contento. Carente de toda preocupación.
No sé cómo. Pero algo me tiene tranquilo, dando un poquito más.
Se que voy tras algo, y que ese algo no es un sueño irrealizable, una quimera que pone paños fríos al día a día, sino que ese algo existe y es realizable.
Me parece que por ahí anda la cosa. Objetivos.
Por locos, ridículos o insignificantes que parezcan, si no tenemos una meta, un camino a seguir, una senda, una flecha, una zanahoria, en fin, un punto de llegada, nos vamos a sentir perdidos.
Y creo que lo más importante del objetivo es que sea propio, que salga de lo más profundo de nuestro ser. No importa que la idea salga de la nota de una revista, de la charla con un desconocido o lo veamos en televisión (de algún lado hay que sacar las ideas) lo importante es reconocerla como propia.
Tener un millón de dólares parece ser una meta lógica para muchos... ¿será cierto?
¿Se habrán preguntado esos muchos que hacían si ahora mismo tuvieran el millón? Tal vez seguirían siendo iguales...
"Me iría de viaje!" gritarán algunos. Yo pregunto: ¿para viajar hace falta un millón de dólares? ¿O poner un pié delante de otro en la dirección que deseamos?
El maestro de turno dijo "Las cosas se hacen... haciéndolas". ¿Qué absurdo no?. No, para nada. Léanlo de nuevo.

Tengo que seguir, el tiempo apremia.
La vida sigue, es importante no perderla.
Hay que caminarla, pero si nunca frenamos a juntar provisiones, tal vez pasemos hambre.