martes, julio 22, 2008

Cómo llevar la alegría adelante?

Una de las cosas que he aprendido en estos treinta pirulos, es que si hay algo que se contagia entre los humanos, eso es la mala onda.
Gente que despotrica porque: llega tarde, el de adelante frenó de golpe, el de atrás lo apura, alguien se coló, no lo atienden, no lo entienden, porque otro más despotrica, porque hay mucho, porque hay poco, porque sí y porque no...
Y lo peor es que los que están alrededor se encargan de fomentar el berrinche.

Si uno dice esto en voz alta mientras espera por cualquier cosa:
- "Pero che... esta cola no avanza..." (y mira para buscar cómplices)
Indudablemente aparecerá un justiciero y gritará:
- "Esto es un desastre! este país se va a la mierda!"

La mala onda es un virus, un mal que no se detiene. Y lamento advertir (no sin cierto temor) que nos afecta a todos.
Es muy difícil pasar un día completo dando vueltas por la ciudad sin volver teñido con la mufa de 4 ó 5 acontecimientos de violencia/queja/agresión.

Pero bueno, si en este blog, nominado al premio "Huevón de Oro" por sus mensajes continuos de buena onda y todomechupaunhuevismo no echamos un poco de aire al asunto, nos tiramos todos por la ventana por orden alfabético.

Este post quiso empezar de otra forma, hablando de la aceptación.
Contando que lo mejor que a uno le puede pasar en la vida es observar el entorno y pensar de forma muy sincera: "Lo acepto tal como es".
Todo tiene una razón, un por qué.
Cada pieza encaja infinitamente bien en el plan que trazó el Maestro.

Si nos tocó estar rodeados de gente que no hace mas que quejarse... habrá que aprender a aceptarlos, a extraer el la esencia del aprendizaje. A entender que sus rabietas, si las observamos como observamos una flor, no hacen mas que enseñarnos.

No hablo de convencerse de ser un monje budista mientras el tipo de adelante en la cola amenaza con empalar al empleado de Multicanal.
Ni de negar la existencia de los rompe pelotas.

El tema es mas simple (y a la vez mas difícil), se trata de aceptarlos. De comprender que aún les falta aprender a vivir. De ver en esas caras enojadas, la mirada de personas que sufren porque todavía no se dieron cuenta de que todos estamos cuidados, muy bien cuidados por el eterno Padre, y que nadie puede quitarles lo que de verdad les pertenece.

Tengo un plan, tratemos de cambiar infructuosamente el mundo, transmitamos lo bueno, hablemos de lo bueno que es estar vivos, del regalo que significa tener un "presente".
Hagan un esfuerzo, hagan un chiste pavo, diviértanse con ustedes mismos por un rato, sean el hazmerreír. Si podemos arrancar una sonrisa aunque sea a una persona por día, muy posiblemente no pase nada trasendental, pero... quién te quita el placer de llevar un mensaje que sí vale la pena?

Levantarás tu mirada al cielo, pero tenderás tu mano a quien no comprenda por qué aún se sufre en la Tierra.

lunes, julio 14, 2008

No se si será la única, pero seguro es la mas linda

Chistes como éste, lo hacen sentir a uno mucho mejor (si es que se puede llamar chiste ;-)



Hay muchas maneras de manejarse en la vida, se puede ir tranquilo, stresssado, temeroso, con bronca, todo boludo... pero me parece que la más mejor es la del optimista.

Muchas veces los bichos raros te van a perseguir, te van a señalar con el dedo y seguro, pero seguro seguro, que cuando te va mal te van a decir "Viste que yo te dije?!".

A todos ellos: un corte de manga.

La vida es demasiado linda para tenerle miedo, para guardarse en un cajón por las dudas a ver si nos llega a ir mal (y otro bicho raro nos señala con el dedo).

Equivoquémosnos muchachos, es la única forma juntar un par de victorias, porque como dicen por ahí: la única forma de ganar las cosas que valen la pena es estar dispuestos a perderlas.

"[...] por eso, si hubieras sido tú el creador de este sendero, es seguro que también le habrías puesto obstáculos. Un viajero no puede crecer si la jornada es siempre apacible."

jueves, julio 10, 2008

6 meses no son nada!

Como decía Felini en mi último post, hace ya seis meses (como pasa el tiempo!) cada día es una nueva oportunidad.

Y es increíble como la vida te puede sorprender.
Una vez más, la máxima de las máximas es: "Ten mucho cuidado con lo que pidas, porque es posible (muy posible) que se haga realidad".

Quería otro cambio, quería crecer, quería asomarme al mundo de verdad.

No puedo retomar este blog sin mencionar el cambio que llegó y me exige una atención tal, que recién ahora estoy reorganizando algunos temas pendientes.


Viene un 25 de diciembre el Nacu (Gran Individuo 1) y con la humildad que solo pueden tener los que saben de lo que hablan, me dice: "Se me ocurrió una idea, mirá..."

Cuando me dí cuenta de lo grande, grande, grande que podía ser esa idea, salí corriendo a meterle toda la pila que fuera necesaria para arrancar.
Fuimos a buscar entonces al pilar que nos faltaba, y así se sumó el negro (Gran Individuo 2).

En ese momento suspendí la mitad de mis vacaciones, y mi vida cambió (otra vez) para siempre.

La anécdota en ese punto recién comienza, después vinieron reuniones, cursos, empresas y cosas que pensaba que estaban lejos aún para mí. Pero no voy a aburrir con pormenoridades innecesarias, sobre todo porque todavía no hay novedades que valgan realmente la pena.

Lo que sí vale la pena, y mucho, es ver como si uno pone energía, y se levanta una y otra vez, el Maestro te escucha.
La cantidad de "casualidades" que contribuyeron a llegar hasta donde estamos son simplemente asombrosas. La voluntad de las personas que nos cruzamos te enseña que lo importante en este mundito, es dar...

Sigo siendo Joao, aunque ya no soy el mismo.
Y eso es bueno, porque sino hubiese querido decir que me quedé quieto.


"A lo único que deberás temer es al temor mismo, ya que es de lo único que el Creador no puede protegerte"