viernes, diciembre 31, 2010

... y se fue nomás.

Como quien corre a las nueve menos cinco al supermercado a chino a comprar una última cerverza antes de que no vendan más, aprovecho estas últimas horas del 2010 para divagar un poquito.
En un año que fue tan catastrófico como maravilloso, donde más de una vez perdí la cabeza y otras tantas encontré el corazón, me vuelvo a sentir agradecido.
Agradecido con la vida por tomarse tantas molestias para enseñarnos. Agradecido con la viejita, que me sigue cuidando y lo hace notar. Agradecido con el Maestro que la cuida a ella y a todos.
En un baile que no para, la gente se entremezcla en cada vida llevando sus mensajes, enriqueciéndose los unos a los otros.

Agradezco de nuevo a todos por poner su parte en este cuento, en hacer que las cosas cambien para mejor o para peor (al final, si se mira bien, en todo cambio se sale ganando).

Buena vida.
El año que viene (como siempre) será mejor.

Joao
Respirando


Gracias a todo por todo.

martes, agosto 24, 2010

Sueños... dentro de sueños.

Revisando papeles viejos en una estantería ajena me encontré con un manuscrito que me llamó la atención, por su antigüedad y por las dudas que me planteaban sus enunciados, plantados como certezas.
Sin mucho más preludio, incorporando por primera vez palabras de otro, lo tiro por acá.

Todo conjunto de eventos en esta vida tiene su factor común. Es de tipos inteligentes encotrarlo y volantear en las curvas de los sucederes con el espíritu en calma. Sabiendo.
Las tareas ciclópeas tienen maravillosas recompensas, sea que se alcance el éxito o no. Las mentiras tienen sus castigos; las mediocridades su "todo sigue igual"; las sinceridades no pueden dejar de tener alivios. Y los sueños, mal que les pese mis amigos, solo existen porque existe una realidad, siempre mas razonable y (justamente) por eso, mas fría y carente de magia.

Quien vive un sueño tiene que saber que va a despertar, acariciando el espacio vacío que deja esa "casi realidad", que gracias al empujoncito de Oniros, carece de las molestas imperfecciones de las que sufre nuestra cotideaneidad.

Atento debe estar el soñador de turno a la inconfundible sensación de "pero... cuándo llega el palazo?". Eso tendría que presentarse como una alarma, un aviso crucial de que se está parado en las nubes.

La joda es que nadie se quiere despertar. ¿Cuántas veces habremos hecho fuerza para dormir un ratito más? a ver si queda un poquito de sueño que nos devuelva por un rato a ese lugar que parece que han armado para uno. O mejor: que uno mismo a creado.

Como terminamos sabiendo siempre, llorar sobre la leche derramada es absolutamente inconducente. Aunque si me preguntan a mi me permitiré aconsejar algún berrinche que, llegado el caso, nos hará recordar que hicimos un gran esfuerzo por engrampar esa lámina de realidad mejorada sobre el lienzo siempre cambiante de nuestras vidas.

Una de las últimas verdades que escuché de un tipo fue: "el tema es que a veces uno no quiere entender que las cosas NO van a cambiar". Y me parece que me dijo mucha más de lo que suponía.
Los sueños llegan como mensajes, premoniciones o pruebas temporales de que lo que creemos desear. Es una probada a lo imposible.
Al final, sentados en la cama, con la primera luz de la mañana que entra por la ventana, preferimos preservar nuestra cordura: "Bueno... menos mal que de verdad no me gané ese millón de pesos... me traería un millón de problemas..."

Igual nadie atravieza una etapa o una crisis y se queda con las manos vacías. Puesto en vendedor de verdades baratas hasta me apuro en decir que la Divinidad sabe cómo hacer que cada uno aprenda lo que vino a aprender.
Y Él sabe mejor que nadie que somos (lamentablemente) hijos del rigor.

Como reflexión final, ahora mismo sé que prefiero un millón de problemas que valgan la pena a una sola certeza que no me complete.


Tengo que decir que, al igual que las sirenas, este texto tiene un canto que encanta y fascina, y hace que el tipo desprevenido se acerque a la cornisa de uno los mayores embustes que nos acechan diariamente: la realidad pautada por nuestra razón, seca, pelada y cruel.

Una realidad que se luce por negar toda magia, que impulsa a cada ciudadano a "hacer lo correcto", a ser lo que la razón dicta que tiene que ser.

¿Y por qué nos seduce tanto? Porque sin magia uno no corre riesgos, todo es calculado y, en definitiva, hasta los fracasos mas rotundos (presentidos por el corazón) pueden ser atribuibles impúnemente al azar, al destino, a la costumbre o a cualquier otro invento que eche la culpa para afuera.

El manuscrito nos tienta, contándonos que de vez en cuando podemos darle una probadita a lo improbable, y a la vez nos libera de la responsabilidad de jugarnos la cordura y el corazón, ya que toda locura acaba por terminar sanos y salvos, sentados en una cama vieja, lejos de toda magia.

No nos dejemos engañar por la única gran mentira: la realidad plana.

Cada vez que despertemos de un sueño, recorramosló con la mente, observemos las anomalías y tomemos nota. Seguramente mucho de él ya habrá quedado dentro nuestro. Y en seguida miremos hacia los lados: los marcos de las puertas, las veredas rotas, el color de la corteza de los árboles, los aromas familiares; algo nos dará la pista de que en realidad despertamos a otro sueño, seguramente mejor que el anterior, aunque eso solo lo demostrará el tiempo.

Vinimos aquí a aprender algo mucho mas importante que diagramar puentes, calcular cosenos, entender la fotosíntesis o cantar correctamente un fa menor.
El alumno 10 del grado, nuestra mente, que siempre responde primero, que nos delata cuando tratamos de jugar y nos acusa cuando en vez de hacer los deberes nos entretenemos mirando una flor, está a la orden del día. Su misión es no dejarnos crecer (o él estaría en serios problemas).
Yo no pienso dejar que se salga con la suya. Nos veremos a la salida y me llenará la cara de dedos, pero les aseguro que él no se la va a llevar de arriba...

Los sueños y la magia están ahí: para quien quiera y se atreva a tomarlos, para los que buscan y saben que hay algo más, para todo aquel que sepa (o sospeche) que el tiempo es corto, y sobre todo, para aquellos que saben que quien se arriesga de verdad y pierde, de todas formas gana.

Y por último, dejemos de señalar con el dedo al pobre Dios, acusándolo de nuestros malestares. Nos somos hijos del rigor, siempre se puede elegir... caramba, que solo sufre de verdad el que elige hacerlo.


Joao

[...] y en todo este tiempo, puedo afirmar que una verdad cambió para siempre mi modo de ver: lo imposible... solo toma mas tiempo.

viernes, agosto 06, 2010

Dibujemos

La vida se escribe de un único trazo. Extenso, contínuo...
A veces volvemos atrás y tenemos que hacer algún tachón, alguna corrección. Otras veces la mano que dibuja corre veloz hacia el futuro.
Lo importante de esto es entender que puede hacer mil vueltas y garabatos, puede moverse ondulada y calma o frénetica y atroz; pero lo que nunca, nunca, nunca va a hacer es deterse.
Podremos mirar para atrás y volver a corregir, pero el trazo siempre será nuevo, será un remiendo (válido o no) sobre lo que ya se escribió.

La estilogŕafica universal no espera a nadie muchachos.
Dibujemos siempre dibujos nuevos, saltemos de hoja, manchemos, probemos.
Al aburrido compás que se queda haciendo círculos (recorriendo el camino que ya conoce) nadie podrá reprocharle nada... pero les juro que tampoco podrá decir que ha vivido.

Se podrá romper la hoja, pero el flujo seguirá intacto.

Dibujemos libres. Dibujemos.

Así, el día que nos toque dejar la lapicera para flotar por un rato, podamos ver para abajo y nos encontremos con una obra de arte, con la hermosa y (ojalá) completa pintura que desde el día cero nos tocó pintar.

Les deseo colores.
Les deseo arte.

Joao
... pintó la luna y el sol.

"Cada piedra, cada árbol, cada experiencia, cada persona, cada elemento... toda la existencia vive dentro nuestro. Nadie estuvo, está ni estará solo jamás."

domingo, junio 27, 2010

Como un mensaje

Nacer para estar parado entre los hombres.

Ser el dueño del sol, de la luz.

Y renacer para vivir una vez más lo vivido, pero con plena alegría.


Joao.

Cada segundo en el presente es el destino final, el objetivo último y primordial de un viaje iniciado hace miles de años. ¿El mensaje? Completar el ciclo y volver a comenzar, nuevo.

martes, junio 01, 2010

Boceto. Bueno, no tanto.

Supongo que escribir que tengo ganas de escribir es truco bajo.

Las frases y las palabras se atoran en una garganta mental, como queriendo tomar forma. Una poeta me contó una vez que dejaba "tamizar" sus poemas. Daban vueltas por su cabeza, y despacito, casi sin quererlo tomaban forma, cobraban vida.
Esa es la sensación que tengo, algo se gesta, despacio.
De todas formas... ¿a quién le importa? bueno, supongo que a mí.
En el colectivo lleno que me tocó tomar por vida no dejan de pasar cosas.
-"Se van para atrás!" grita casi siempre el chofer, en un intento desesperado pero a la vez desganado de ordenar a la peonada.

Mientras sale esto que sale, vuelven los lugares comunes: "todo es como debe ser", "aceptá el momento", y un largo etcétera de empujones al alma.
Pero esta vez (por suerte) se siente alguito más. Supongo que tiene que ver con esa espiral que en algún momento mencioné: se da vueltas en círculo, pero cada vez se está más arriba.
Y el arriba siempre es nuevo, siempre da otra visión. Muestra detalles (y no tan detalles) del paisaje que de abajo no se ven.
Hace mucho que insisto en la confianza en el Gran Sistema, (u otras expresiones que en algún punto me da un poquito de vergüenza). Lo interesante es que hoy ya no tengo ganas de decirlo, ni ganas de que se note. Sino que deseo hacerlo, sin más.

Confiar de verdad, entrar en la incertidumbre con una espada en una mano y una pluma en la otra.
Modificar.
Ser nuevo. Ser el mismo, pero nuevo.
Pensé que este post solo iba a ser la amenaza de escribir... fue un poquito más.

Joao
Con cara de "mirá que interesante..."

El email está muy bien, pero a veces hay que confiar más en las palomas mensajeras.

jueves, abril 08, 2010

Gracias, viejita...

A veces me olvido que el Maestro está ahí para cuidarnos... por suerte también se encarga de recordármelo, y de las formas mas lindas.

(Y encima, ahora está con Él mi viejita, y se deben estar riendo los dos de mí. Seguro que ya le mostró mis fotos de cuando era chiquito y andaba en bolas, esas que tanta vergüenza me daban... :-)

Quién mejor que el Nano, para dedicarle unas palabras...



No es que no vuelva, porque me he olvidado
de tu olor a tomillo y a cocina.
De lejos, dicen que se ve más claro,
que no es igual quién anda y quién camina.

Y supe que el amor tiene ojos verdes,
que cuatro palos tiene la baraja,
que nunca vuelve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.

Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio,
y un manjar puede ser cualquier bocado
si el horizonte es luz y el rumbo un beso.

No es que no vuelva porque me he olvidado:
es que perdí el camino de regreso...
Mamá...


Gracias, infinitas gracias por este momento.
Joao

"... pero cuántas veces te voy a tener que decir que lo único que tenés que hacer es llamarme?"

lunes, marzo 08, 2010

De Deseos y Corajes.

Dibujamos el mundo que nos merecemos, en el sentido más amplio de la expresión.

La primera pregunta en la cabeza del tipo que pisó el rastrillo y el palo le pegó en la cara es:
-"¿Quién es el hijoputa que dejó esto en la mitad del camino?"
Respondiendo a nuestro reflejo aprendido de que siempre la culpa es de algún otro.

Pero a medida que el mundo gira, insistiendo contínuamente en que tenemos que dejar de mirarnos el ombligo y ser un poco menos pendejos, entendemos que la pregunta es:
-"¿Qué parte de mí está ordenando esto?" (pide y se te dará, dijeron por ahí...)

Entonces revisamos los apuntes, arrugamos un par de borradores... todo parece estar más o menos en orden...
Pero de pronto, mientras nos acariciamos el chichón para ver si afloja, nos damos cuenta, casi como en una revelación, que lo que nos está pasando es exactamente lo que (tal vez inconcientemente) habíamos pedido.

Vale renegar, porque una puteadita de vez en cuando no le hace mal a nadie.
Vale ponerse mal, es un derecho ganado a fuerza de vivir y que, de paso, nos ayuda a reflexionar un poco.
Lo que no vale es lamentarse, ni los "si hubiera sabido" (con el diario del lunes somos todos piolas), y menos aún las víctimas y los "por qué a mí?".
Somos responsables de lo que pedimos.

Muchachos, pongamole el pecho a las balas, que si las esquivamos mucho tiempo nos vamos a creer que se puede vivir a las agachadas.


Joao
Remojando la pluma, pa' que se ablande.

Lo dije, me lo recordaron, lo repito y lo sostengo: para ser feliz hay que tener huevos.