jueves, junio 30, 2005

Luz

Recién bañado, en bata frente a la estufa, pienso...
Tengo ganas de escribir algo, de trasmitir una señal, de llevar ánimos. Aunque mas no sea para convencerme un poco a mí.

El ánimo fluctúa, los acontecimientos se suceden, la cabeza procesa, analiza, saca resultados y sigue adelante (un día le voy a encontrar el interruptor).
Y de fondo, allá lejos, una pequeña luz, que destella mortecina. Es un camino, una salida del laberinto (laberinto irreal, de espejos de doble vista).
En algunos casos la luz es firme y brilla muy cerca. Nada parece indicar que podemos perdernos, la situación está controlada y nuestro sueños son cumplidos al pié de la letra. Nuestro paso es firme pero despreocupado y nuestra felicidad casi completa (siempre pretendemos mas).
Pero de pronto, por no ver donde ponemos los pies, o peor, por no hacer caso a las advertencias del corazón, perdemos el rumbo y la luz se pierde en el horizonte. Se confunde entre resplandores falsos y estrellas mentirosas, que nos muestran un camino imposible.

¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo salgo de esta?
Compromisos nunca pactados, obligaciones intrínsecas. Cadenas sin nombre que oscurecen el hoy y opacan los mañanas.
Días grises.
Sin embargo, en los escasos momentos en que la cabeza frena, y aún cuando todavía no nos quitamos los problemas de encima, un presentimiento, una ligera sensación nos dice que la luz al final del túnel sigue ahí, que nunca se perdió. Que se ocultó un poco para advertirnos que debemos estar más atentos y que tenemos (por suerte) mucho que aprender.
La guía nunca se pierde, pero cambia de forma para captar nuestra atención. Si siempre nos enseñasen de la misma forma un día dejaríamos de ver las lecciones, pues sería rutina.
Supongo que mucha gente estará cansada de mi ilógica confianza en un Plan Superior. No me interesa que me crean, pero les aseguro que caminar por la cuerda floja es mucho mas fácil si sabemos que abajo está la red.

Todo los que nos ocurre está contemplado en algún sitio, tiene un fin. ¿El destino está escrito entonces? No, somos absolutamente libres. De alguna manera solo nos pasa lo que nos tiene que pasar, pero aún así nuestra capacidad de elección es total.
¿Mi situación actual no es la que deseo? ¿He perdido la luz que me indica el camino? Pues desea cambiar con tu corazón y ponte a trabajar por el cambio.

Pide y se te dará.

Recuerda que no es necesario que alguien camine sobre las aguas para que acontezca un milagro. De hecho piensa que estás vivo. Vivo.
Necesitas mas prueba de milagro que eso...?

martes, junio 14, 2005

Continúa...

Siempre ocurre así. Cuando supusimos que no queda otra salida, que estamos corriendo hacia el abismo y ya faltan pocos metros, que no hay forma de que las cosas cambien, en fin, cuando parece que no quedan en este planeta posibilidades de conocer cosas, situaciones y gente nueva, ahí aparece el Maestro, y con vos sutil nos dice: "ves? aún queda un mundo entero, lleno de nuevas experiencias que yo hice para ti".

Una puerta se abre, o por lo menos deja pasar un poco de luz. Nos crecen pequeñas alas que estabilizan nuestra vertiginosa caída para poder caer mas o menos de pie.
Y por enésima vez nos damos cuenta de que nos estábamos ahogando en un vaso de agua. Vaso que hasta hace unas horas era el océano mismo.
Y una vez que nos paramos, nos sacudimos (un poco) el polvo de las viejas estructuras que se rompieron, o por lo menos empezaron a rajarse y seguimos avanzando. De a pié. Paso a paso, observando con ojos nuevos este regalo, esta segunda oportunidad (van a ser un millón, pero siempre le diremos segunda) que nos regala la vida, el Maestro.
Esos pasos se irán afirmando y comenzaremos a acelerar la marcha, pues ya dominamos "con maestría" el camino. Los detalles empiezan sobrar y solo queda atención para mirar en donde ponemos el pie en el siguiente paso, hasta que simplemente confiamos en que el suelo siga existiendo. De golpe, como un rayo, levantamos la cabeza y vemos en el horizonte una figura que siempre tiene una nueva forma, pero ya conocemos: el abismo. Con tanta carrera desenfrenada nos hemos olvidado de ejercitar nuestras alas, y estas se han marchitado y han caído. Nunca nos dimos cuenta (siempre ocurre lo mismo).

...

Aunque sea un ratito cada tanto, recordemos nuestras alas, miremos hacia los lados en el camino que nos toca recorrer, no vaya a ser que nos perdamos hermosos paisajes solo por mirar la ruta.
Y si aún así todo falla y el precipicio se acerca, arrojémonos confiados, sabiendo que alguien nos tomará en sus brazos, nos regalará nuevas alas y nos dejará seguir nuestro camino... libres.

lunes, junio 06, 2005

Sensaciones

No estoy haciendo propaganda de café. Tampoco estoy tratando de armar algo sensiblero y barato.
Lo único que pretendo es sentir, interpretar y transmitir, pero a veces es difícil.
Por eso lo de "Sensaciones", hay cosas que no entran en la razón, solo se sienten a través de sutiles mensajes a nuestro cuerpo físico y espiritual. La joda es discernir hasta donde no lo imaginamos nosotros.
Muchas cosas están pasando, hay algún tipo de energía que nos está envolviendo a todos.
Nos están mostrando cosas.
Deseo, siento, quiero... sumar mi alma a este nuevo movimiento. Dos encuentros muy cercanos con la nueva energía en un solo fin de semana es demasiado hasta para el más racionalista y ateo de los matemáticos.

Algo pasa.
Creo que decir "quiero entender que pasa" es muy pretensioso para un tipo como yo. Hasta acá me conformo simplemente con no quedarme afuera.
Si no puedo quitarme de encima problemas que son de índole subterráneamente humanos, menos puedo pretender comprender las intenciones de alguna organización superior. (A propósito: ¿cómo se le pide a alguien que no te lastime, que se aleje de una vez, cuando a la vez se sabe que esa distancia solo significa dolor?). Tonterías.
Vuelvo a repetir: algo pasa, y deseo estar ahí cuando ese "algo" ocurra.
Estén atentos, tengo la sensación de que va a pasar un micro, de esos que no pasan dos veces.
Los que no tengamos para el boleto, viajaremos en el estribo.
Pero yo prefiero el riesgo de la incertidumbre a la certeza de la muerte.
Saludos de Oso.