viernes, diciembre 31, 2010

... y se fue nomás.

Como quien corre a las nueve menos cinco al supermercado a chino a comprar una última cerverza antes de que no vendan más, aprovecho estas últimas horas del 2010 para divagar un poquito.
En un año que fue tan catastrófico como maravilloso, donde más de una vez perdí la cabeza y otras tantas encontré el corazón, me vuelvo a sentir agradecido.
Agradecido con la vida por tomarse tantas molestias para enseñarnos. Agradecido con la viejita, que me sigue cuidando y lo hace notar. Agradecido con el Maestro que la cuida a ella y a todos.
En un baile que no para, la gente se entremezcla en cada vida llevando sus mensajes, enriqueciéndose los unos a los otros.

Agradezco de nuevo a todos por poner su parte en este cuento, en hacer que las cosas cambien para mejor o para peor (al final, si se mira bien, en todo cambio se sale ganando).

Buena vida.
El año que viene (como siempre) será mejor.

Joao
Respirando


Gracias a todo por todo.