jueves, abril 14, 2011

Recuerdo de un sueño que nunca fue

Estoy sentando en piso, debajo de una estructura gigante, eran exágonos de madera sostenidos por grupos de 6 columnas. Dentro de cada grupo de columnas, pequeños y hermosos jardines con colores maravillosos.
Fuera de la astructura llovía copiosamente.
Se acerca un grupo de personas jóvenes rodenado a otra persona mayor. Parece que es una clase y la persona mayor es el profesor. Él le habla a los que pertencen a "Ciudad del Río".
Alrededor algunos acomodan láminas, y cortan hojas de papel en el piso irregular.
Una chica rubia muy bonita me mira y desvía su mirada. Estoy como desencajado en la escena, no se supone que debería estar ahí, sentado, mirando.
La lluvia es cada vez más fuerte, me voy a mojar cuando vaya al metro. (Un subte, pero suspendido en el cielo).

¿Es un sueño? ¿Es realidad?
¿Cuántas personas se preguntaron lo mismo?
No estoy ni cerca de ser original, pero eso no importa. La sensación de mezclar realida y sueño es cada vez mayor.
¿Despertaré? ¿Me dormiré más profundo a un sueño dentro de otro?
¿Y si hace años que sueño?
¿Qué diferencia habría?
Mis anhelos y mis penas, mis pasiones y mis alegrías solo serían espejismos en una mente dormida.
Claro... que de todas formas no dejan de ser exactamente eso.

Otra vez a reflexionar y ver cómo todo (TODO) está en la mente.
Otra vez: somos haces de reflejos condicionados.
Elegimos nuestro estado de ánimo a cada segundo. Pues lo que nos rodea no tiene condición absoluta.
Lo bueno y lo malo como concepto son sólo títulos asignados.
Y a la vez la sensibilidad al entorno es grande para algunos de nosotros. Modificar el afuera según la voluntad es algo que no está destinado para todos.

"Tu forma de modificar el mundo no es mediante la acción directa. Trabajás a otro nivel, desde el deseo y la intención. Cuando deseás algo de verdad (con todo lo que eso significa) ya empezaste a conseguirlo".

La lluvia comienza a pasar, entra más luz y se dibuja más nítida la realidad. Será hora de volver habiendo recordado por un rato otro pedazo de información que trae calma.
El guardia del jardín onírico nos echa, hay que volver.
Una vez más, el tiempo es perfecto.

Joao
Medellín, abril de 2011.

Todo está aquí adentro, incluso todo lo que está allí afuera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin palabras negro. La reflexión perfecta...