martes, noviembre 13, 2012
Enfoque - ¿Quién tiene la razón?
¿Estás a favor de algo? ¿Estás en contra de ese algo, o de alguna otra cosa?
¿Ya tengo tu atención?
Entonces dejá de prestar atención a la letra de arriba, era para solo para atraer a los lectores que me interesaría llegar.
Esto que escribo no es política. O sí, pero no en el sentido que diariamente se habla.
Hoy me toca estar más allá de mis opiniones sobre el actual gobierno.
Hoy quiero desarrollar una idea: hubo gente que se manifestó para expresar sus deseos. Hubo otra gente que repudió esa manifestación. Y en el medio de todo eso: odio, insultos, descalificación intelectual y violencia.
Unos exigen salud, seguridad, libertad.
Otros hablan de re-estructuración, distribución de la riqueza.
...
Me pregunto algo: ¿Será que los primeros desean destrucción y acumulación dispar de los bienes?
¿Y los segundos? ¿Querrán hospitales desabastecidos, inseguridad y represión?
Estoy empezando a sospechar que no es tan así.
Que en definitiva, todos deseamos más o menos lo mismo.
Pero hay un gran problema en todo esto, y es el enfoque.
En algún momento esto se transformó en un gran partido de fútbol. ¿Cuál es el motivo por el cual cada hincha desea que domingo a domingo "su" equipo gane? muy simple: "porque somos los más mejores del mundo".
Y está perfecto, no molestemos a la razón para una pasión o un entretenimiento.
Pero... si hablamos de mejorar nuestra calidad de vida... ¿no estaría bueno que sean diferentes las motivaciones?
Es difícil imaginarse a un hincha de Boca charlando con un uno de River, poniéndose de acuerdo para que cada equipo gane domingo de por medio, así reparten la felicidad.
Pero, de nuevo, si hablamos de convivir. De mejorar la calidad de vida de 40 millones de personas. ¿No será conveniente escuchar las razones del "equipo de enfrente"?
Los gritos cruzados de fachos y hipis, egoístas y descerebrados... ¿ayudarán?
Todo el mundo habla de porcentajes y de medios de comunicación, como si cada una de esas cosas fueran verdades universales cuya sola mención rebate cualquier argumento.
Lamentablemente tengo la sensación de que son pocos los que charlan con el de al lado sin tratar de ganarle, de tener razón.
Tengo que decirles algo: lo más importante en este caso no es tener argumentos irrebatibles a fuerza de cintura lingüística y memoria selectiva.
En este momento lo más importante es que hablemos entre todos, que los opuestos conversen, y que todos escuchemos y analicemos.
Y que absolutamente todos tengamos la humildad de comprender que a veces, no tener razón, no está mal.
Gracias a Dios (o a la ciencia, no quiero dejar a nadie afuera) nadie nació sabiéndolo todo.
Cada vez que no tenemos razón, acabamos de aprender algo.
Y muy posiblemente seamos mejores personas, más comprensivas, más completas.
Cuando entendamos que un ego dañado vale mucho menos que la compresión de la situación que está viviendo un otro, vamos a dar todos un gran paso.
Conversemos, escuchemos... y por un rato dejemos que la razón sirva para lo que fue creada: para analizar y no para atesorarla como un bien.
Y esto me da la última pregunta:
¿Será mejor un país con 40 millones de tipos que tienen razón? ¿O uno con 40 millones de tipos razonables?
Joao
miércoles, octubre 24, 2012
Diálogos de Joao
No dejes de creer.
No dejes de creer en lo hermoso, en la magia de la vida.
Me toca estar acá, y agradezco hasta el infinito, porque todo me sigue demostrando que el universo es perfecto.
Me toca contarte que hace poquito que te encontraste con la energía, con los colores, con las buenas vibraciones, con gente hermosa que desea de verdad el bien común, porque sabe que es la única manera de que a todos nos vaya mejor.
Hace poco que te encontraste con el amor. El amor de verdad.
Te pasaron muchas cosas. Muchas, más de las que parece que una persona debería soportar durante su vida.
De pronto llegó una llave mágica, poderosa, hermosa. Que crece y se multiplica a cada paso.
Una llave que abrió la puerta de tu mente, de tu alma y de tu cuerpo.
(Es normal, en algún punto a todos nos llegó o nos va a llegar).
La tomaste, y con el fuego que te caracteriza, la hechizaste para que se volviera parte de tu vida.
La hiciste brillar con vos y para vos.
Te encontraste con el verde de la sanación y entendiste (correctamente) que algo hermoso estaba llegando.
Aunque hay algo que es muy importante: lo hermoso no lo decidimos nosotros.
De la misma forma en que uno siembra y la vida florece, de esa misma forma no sabemos cómo, ni dónde, ni cuándo va a florecer.
No dejes de creer.
Y aunque suena consejo, esto es algo que te tengo que contar.
No es una opción, no es algo que vos puedas elegir.
No es una vela que vos puedas soplar.
Vos ya viste cómo funciona el mundo, el fuego de Dios prendió tu candil.
Aunque te desesperes, aunque hagas fuerza nunca vas a poder apagarlo.
Decía un sabio:
"Es inútil que golpees la puerta... ya estamos dentro".
Y todo esto llega, armoniosamente al aprendizaje más grande que tuve en todo este tiempo.
El aprendizaje que me cambió la vida para siempre.
Que me abrió y me sigue abriendo las puertas a cosas tan hermosas como desconocidas.
"Basta de hacer fuerza"
Ojalá pudiera encerrar más significado en esa frase, la cual es una representación de las miles que tiene esa enseñanza.
Y con el párrafo más simple que pueda forjar, voy a tratar de transmitírtelo.
Ojalá te cale tan hondo como espero:
La vida acontece, nos pasan cosas todo el tiempo, y uno tiene que optar.
Tenés que saber que debemos aceptar cada cosa que nos pasa. Pero NO con resignación, sino con Amor. El Amor que contempla y purifica.
Tenés que saber que tenemos la completa sabiduría para optar por lo correcto. Pero atención, porque muchas veces lo correcto NO es lo que más deseamos.
Tenés que saber que con fuerza no vas a poder cambiar nada, nunca. Y cuando hablo de fuerza NO hablo de físico, o violencia, o empuje desbocado. Hablo de ideas anquilosadas que no nos dejan ver la verdad. Verdad y Amor son sinónimos.
Tenés que saber que debemos entregarnos, pero a la vez dar lo mejor de nosotros mismos. Tenemos que vivir con dos certezas indeclinables:
- Nuestro poder es infinito, podemos lograr todo lo que esté de verdad alojado en nuestro corazón. Pero Atención: repetir mil veces una frase no instala cosas en nuestro corazón.
- Somos parte de un todo, y las cosas ocurren en función a ese todo. Nuestros deseos más profundos se van a cumplir, pero no tenemos la potestad de decidir ni cómo, ni cuándo, ni dónde.
Como verás, las dos aclaraciones (repetir una frase y elegir detalles para la concreción de los deseos) vuelven a lo mismo: Por la fuerza NUNCA vamos a lograr nada.
Bonita, más que nunca:
Escuchá a tu cuerpo. De verdad.
Sos sabia, relajá la mente.
Rendite a la vida.
De esa forma tu fuego chispeante, maravilloso y hermosamente hipnotizador se va a transformar en una hoguera calma, fuerte y duradera, que va a abrazar el corazón de los que te rodean hasta el fin de los días.
Por fin entiendo qué significa, y me da felicidad: Te Amo.
lunes, septiembre 10, 2012
¿Cómo?
¿Cómo se hace para contar este sentimiento?
Todas las lecturas se me agolpan: Chopra y su ley del menos esfuerzo, El Alquimista del oneroso Cohelo, todas las nueve revelaciones, sobre todo la primera...
El solemne Adler y su Ciencia Oculta y hasta el vapuleado Shankar y su respiración.
Todos aportan algo: un medio, una meta, un sentir...
Y aún así, todo eso junto ni siquiera se acerca la felicidad de ver las cosas simples.
Más consciente que nunca de que esta hermosa vida (maravillosa!) es un espiral, una onda, una ola (todo junto), casi me desespero en sacar algo para afuera.
Tratar de contar, de enseñar, de mostrar o por lo menos de ejemplificar para que otros puedan unirse a esta fiesta.
Alguna vez dije que los escritos nacidos del bienestar son bastante aburridos. Y lo sostengo... esto que escribo me suena más soso que fideos sin sal.
Pero aún así, algo tengo que contar. A uno, me conformo con llegar a uno.
No sé en qué momento, pero dejé de hacer fuerza y empecé a observar.
Dejé de empujar un carro que no quiere avanzar, y me subí arriba (tambien salgo afuera si quiero), a ver como el paisaje discurre. Bajando cada tanto a oler las flores, a desempantanar otros carros... a pegarle alguna patada al eje como para no perder la costumbre.
Muchachada: dejad de hacer fuerza, escuchad al cuerpo que nos habla (a los gritos!) mucho más claro de lo que sospechamos. Corran por patio, tiren piedras a las nubes y acuerdensé que de vez en cuando llueve y es natural... es natural estar arriba y abajo.
Agenden las reuniones con los amigos que el trabajo nos llama solo. Amen a todos los que puedan. Entréguense. (Están rodeados ;-)
Abran los ojos a la mañana y agradezcan. Puteen al despertador si necesario (todo está permitido).
Juzguen, que no se muere nadie, pero después de juzgar amen aún más profundamente.
Si tratan de ser perfectos, se van a dar contra la pared de "ser humano", así que fallen, con ganas. Y después sonrían.
Vinimos a experimentar.
Experimenten.
Vivan.
"La vida es más compleja de lo que parece" dice Drexler.
Es muy cierto: la complejidad de las conexiones entre las personas es infinita. Tal vez porque la complejidad que une a las células de un único ser también lo sea.
Y también es una vil mentira: si miran a su alrededor, le preguntan al sabio que tienen dentro y esperan la respuesta, todo es claro.
Y recuerden, todo es una onda. Todo pasa.
Este momento, y el que sigue. Y el que le sigue al que le sigue.
Agradezcan cada uno, tomen lo que sirva y abran la mano a lo que viene.
El señor Hofstadter (y no Leonard) me contó que todo mensaje se compone por mucho más que el mensaje en sí.
Por eso sé que la traducción a cualquier tipo de lenguaje de los sentimientos que me abarcan serán indefectiblemente modificados por las palabras usadas.
Es (lamentablemente) demasiado probable que lo que se interprete no sea lo que quiero decir.
Pero si no arranco por algún lado, un petizo acá adentro mío me acusa de amarrete cósmico.
Hasta acá puedo llegar, vamos a ver si se me ocurren más formas de contar tanta cosa linda.
Joao
"... el amor no es literatura si no se puede escribir en la piel..."
lunes, agosto 27, 2012
Anagramas del Alma
La vida no deja de sorprendernos. La sensación de que debemos atrapar nuestros sueños es la puerta de entrada. Se nos dió el privilegio más importante de todos: la experimentación de todas las sensaciones y los sentimientos que existen, existieron y existirán, para que Dios pueda reconocerse a sí mismo.
Aunque creamos que en algunas ocaciones llegamos a algún sitio seguro donde podremos permanecer, el viaje siempre debe seguir. Detenerse nunca es parte del plan superior. A veces debemos juntar ciertas piezas y a veces debemos separarnos. De eso se trata la vida, de transitar, conocer, reconocer, aprender y seguir adelante.
Una vez que entendemos esto, todo dolor o rencor se convierte en agradecimiento. Agradecimiento real hacia situaciones o personas que debido a sus propios procesos de aprendizaje, llegaron a dañarnos aunque nunca haya sido su intención. A veces despertamos solos en medio del campo, a veces despertamos a puro lujo con una copa de vino en un hidromasaje. Todo es igual, estamos aquí para compartir lo que somos. Si lo que entregamos lo hacemos con amor, es seguro que estamos en lo correcto.
Recordar que vinimos a amar es nuestro regalo. Amar profundamente, sin necesitar de la súplica ni del perdón. El amor simplemente está ahí, e interpretar que somos su medio de transporte, al igual que el aire sostiene al pájaro, el mar a los peces o un escenario a sus bailarinas, el amor nos dice que debemos entregarnos a la misión superior de amar más allá del amor de pareja. Que estamos acá para que el amor se expanda para y por nosotros.
Así, desde un sensillo lugar en el mundo extiendo mi mano, no para esperar que alguien la tome, sino para abrirla y dejar que todo siga su curso. Mezclar lágrimas de dolor con lágrimas de alegría, porque en escencia todo es lo mismo si podemos extraer la enseñanza. Si una vez que pasa la noche oscura del alma, si el recuerdo de un atardecer en el mar, de una noche de casas que bajan del cielo, de saber que es hermoso amar a la tierra y amar bajo el sol, si después de soñar despierto con amapolas que cuelgan de unas bellas manos aún podemos sonreir de verdad, con todas las ganas y toda el alma, sabremos que el camino sigue bajo nuestros pies, y eso es lo mejor que nos puede pasar.
Jazmín y Limón
El placer de la mente.
El placer de tener una mente, de ser una mente.
Miguel siguió su trabajo de estar vivo, el pasado de hombre bombero se veía muy lejos y una nueva sensación empapaba sus días.
Antes se preguntaba si era amor, ahora estaba seguro.
Como también estaba seguro que nunca antes había entendido lo que la palabra Amor significaba. (Y más seguro aún de que le faltaba muchísimo más por entender, por aprehender)
Y también pudo entrever que el medio físico que tenía para transitar este planeta, esta vida, era un regalo. Un regalo único y que (casi como siempre había sospechdo) le había tocado en gracia con una misión hermosa y un destino muy favorable.
Quemando algo así como etapas evolutivas se dio cuenta que tenía que aprender a perdonar.
En una habitación oscura, en plena lectura de su carta natal, Miguel le preguntó dudoso al viejo barbado:
- "... y cuál es mi misión?"
Sin darle mucha importancia el astrólogo le respondió escuetamente:
- "A ver... soltar... viniste a aprender a soltar, a desprenderte".
Soltar, perdonar, entregar, dejar ir.
Es también otro sinónimo de amor. Saber en lo más profundo que lo que ocurre es perfecto.
Miguel ya sabía que cuanto más fuerza hacía para conseguir algo, para enderezar el curso de acontecimiento que le eran desventajosos, más complicado se ponía todo.
Así, al igual que la vez anterior, atendiendo al llamado de una enseñanza que ya estaba lista para ingresar en su vida, se dispuso a ver a Eugenia, que rápidamente dijo:
- "Limón y jazmín", mente y placer... el placer de la mente, de disfrutar ser mente.
Es solo una nueva etapa, de muchas por venir.
- "Conectá con el plexo solar, investigalo." Fue una orden, aunque las palabras rebosaban de amor.
Después de eso la unión de sus dos mitades fue total. En una sensación única se dió cuenta que habitamos muchos niveles de conciencia y cuerpo. A veces la conciencia cultiva al cuerpo, y otras, mucho más elementales, pero por eso mucho más profundas, el cuerpo toma de la mano a la conciencia y la libera de toda carga.
Ahora por fin, íntegro, se disponía a entrar en el circo, a jugar, a sorprender y a perdonar.
Entregado feliz a la nueva etapa.
Experimentar, sin pregunta, dejar que la mente vuele. Que se pierda y que eso represente puro placer.
Y no preguntar el resultado, sino salir a comprobarlo: experimentar para Él, para el creador que nos mandó aquí por eso.
El placer de tener una mente, de ser una mente.
Miguel siguió su trabajo de estar vivo, el pasado de hombre bombero se veía muy lejos y una nueva sensación empapaba sus días.
Antes se preguntaba si era amor, ahora estaba seguro.
Como también estaba seguro que nunca antes había entendido lo que la palabra Amor significaba. (Y más seguro aún de que le faltaba muchísimo más por entender, por aprehender)
Y también pudo entrever que el medio físico que tenía para transitar este planeta, esta vida, era un regalo. Un regalo único y que (casi como siempre había sospechdo) le había tocado en gracia con una misión hermosa y un destino muy favorable.
Quemando algo así como etapas evolutivas se dio cuenta que tenía que aprender a perdonar.
En una habitación oscura, en plena lectura de su carta natal, Miguel le preguntó dudoso al viejo barbado:
- "... y cuál es mi misión?"
Sin darle mucha importancia el astrólogo le respondió escuetamente:
- "A ver... soltar... viniste a aprender a soltar, a desprenderte".
Soltar, perdonar, entregar, dejar ir.
Es también otro sinónimo de amor. Saber en lo más profundo que lo que ocurre es perfecto.
Miguel ya sabía que cuanto más fuerza hacía para conseguir algo, para enderezar el curso de acontecimiento que le eran desventajosos, más complicado se ponía todo.
Así, al igual que la vez anterior, atendiendo al llamado de una enseñanza que ya estaba lista para ingresar en su vida, se dispuso a ver a Eugenia, que rápidamente dijo:
- "Limón y jazmín", mente y placer... el placer de la mente, de disfrutar ser mente.
Es solo una nueva etapa, de muchas por venir.
- "Conectá con el plexo solar, investigalo." Fue una orden, aunque las palabras rebosaban de amor.
Después de eso la unión de sus dos mitades fue total. En una sensación única se dió cuenta que habitamos muchos niveles de conciencia y cuerpo. A veces la conciencia cultiva al cuerpo, y otras, mucho más elementales, pero por eso mucho más profundas, el cuerpo toma de la mano a la conciencia y la libera de toda carga.
Ahora por fin, íntegro, se disponía a entrar en el circo, a jugar, a sorprender y a perdonar.
Entregado feliz a la nueva etapa.
Experimentar, sin pregunta, dejar que la mente vuele. Que se pierda y que eso represente puro placer.
Y no preguntar el resultado, sino salir a comprobarlo: experimentar para Él, para el creador que nos mandó aquí por eso.
viernes, junio 22, 2012
Volar...
Sin tarimas, sin cuerdas, sin trucos.
Siendo un ave, por dar el paso al frente... miedo? no, hoy no.
Y así las pequeñas vidas definen a la Vida. Lo superior en lo inferior se refleja y viceversa.
Notición: estamos acá de paso. Levantemos la mano, patiemos el tacho de basura un poco, tirémos de la trenza a la rubia, apaliemos un tacho... que no pasa nada.
Sin molestar un poco no se llega a ningún lado. Tampoco nos pasemos que libertades y límites no son al pedo.
Hoy miré de arriba para ver que chiquitos que somos. Un soplo, un suspiro y los mega-problemas se reducen a la nada.
Sonrisa como estandarte, picardía en la manga y confianza en que la magia y el mago son la misma cosa.
Con eso, sobra.
Joao Salvador Mandioca.
Siendo un ave, por dar el paso al frente... miedo? no, hoy no.
Y así las pequeñas vidas definen a la Vida. Lo superior en lo inferior se refleja y viceversa.
Notición: estamos acá de paso. Levantemos la mano, patiemos el tacho de basura un poco, tirémos de la trenza a la rubia, apaliemos un tacho... que no pasa nada.
Sin molestar un poco no se llega a ningún lado. Tampoco nos pasemos que libertades y límites no son al pedo.
Hoy miré de arriba para ver que chiquitos que somos. Un soplo, un suspiro y los mega-problemas se reducen a la nada.
Sonrisa como estandarte, picardía en la manga y confianza en que la magia y el mago son la misma cosa.
Con eso, sobra.
Joao Salvador Mandioca.
La vida es a la existencia como el suspiro de una mariposa al vendaval... pero cómo lo disfruta la mariposa!
viernes, abril 13, 2012
Formas y caminos del amor
Estoy empezando a sospechar que el fin del mundo no va a ser tan hollywoodense (perdonen la expresión, pero es la que más se ajustaba).
Ni explosiones, ni anticristos, ni el hombre de malvavisco destruyendo Nueva York.
Por ahí algún que otro desastre natural, que viene a recordarnos un par de cosas. Uno, que estaría bueno que tratemos mejor el entorno. Y dos, que de todas formas le demos para adelante, el poder real lo tiene la naturaleza. Si se hubiera enojado de verdad con nosotros... ¿cuánto tiempo realmente piensan que duraríamos?
Vengo con noticias viejas, pero noticias al fin.
El fin del mundo es el fin del mundo oscuro, desconfiado, de individuos separados. Un mundo donde se supone que existe un concepto tal como la propiedad. Donde una persona "tiene" un pedazo de planeta, que le pagó a otro, o que simplemente marcó con mojones y decidió que otro ya no podría entrar.
Supongo que no está mal, como no está ni bien ni mal nada. Las cosas pasan, y enseñan.
El crecimiento necesita atravesar estadíos, no puedo saber si me conviene o no sufrir si nunca lo experimenté. Y por otra parte tampoco puedo apurarme a experimentar cosas. La vida tiene un ritmo, y si nos ponemos a observar, podremos captarlo muy fácilmente.
La humanidad trató, en su afán de control y de posesión, de generar "no ritmos" o peor: ritmos artificiales. Y lo hizo de la peor (a la vez que única) manera de hacerlo, aislándose de lo natural.
Lejos, lejísimos está de mí promover una vuelta a lo silvestre, a lo agreste. Conozco poca gente que sería feliz sin un baño, un auto y hasta un shopping. Y no creo que eso esté mal. Lo que sí me pregunto es: no estaría bueno atender más a las sensaciones del cuerpo, a las estaciones del año, a lo que nos dice la tierra?
Las cosas se hacen igual, todos los días. No importa si llueve, no importa si estoy triste, no importa si alguien perdió su casa o si no puedo para de llorar de alegría.
Las excepciones son eso: excepciones a un ritmo impuesto, que necesitan ser justificadas.
De la misma forma, mucha gente que presume de ser natural, se adentra en el monte pero no si antes equiparse con campera, botas, carpa, bolsa, aislante, y cuya regla principal es: no te mojes.
Una vez más, sería ridículo ir en ojotas, nuestra adaptación al mundo se basa en la inteligencia, en la tecnología, no en la velocidad o en la resistencia.
Pero justamente: la inteligencia. La inteligencia debería permitirnos entrar, observar, respetar y usar la infinita cantidad de información que ocurre en el mundo.
Como decía antes, no creo que eso esté mal. Simplemente es algo necesario.
Y ahora sí, esto es sospecha mía, me parece que algo se está despertando en la gente. O por lo menos en la gente que está cerca de mí.
De diferentes formas, se está despertando una necesidad de observación. De empezar a usar la intuición como fuente de verdad o como motivo suficientemente válido a la hora de tomar una decisión.
Y eso incluye (podría ser causa o efecto en realidad) un cambio en las relaciones. Empezar a observar al otro con una nueva sensación. Como si el otro fuera una parte mía. Como si la felicidad del otro determinara también mi felicidad.
Las miradas están hablando, estamos buscando algo.
No paro de traer novedades recalentadas del despertar de los 90', pero se me hace que se está asomando el amor.
Amor puro. Me resisto a usar la frase "Amor más allá de la condición de hombre y mujer", porque la sola mención de ese concepto acerca al Amor a lo que sería la atracción.
Son cosas distintas y punto. Ahora sé que se puede hacer el amor en Amor y también sé que se puede cambiar una lamparita en Amor. No es de lo que quiero hablar hoy.
Es esa sensación a la que me refería en un principio cuando mencionaba el fin del mundo.
No es fin, es cambio. Cambio de las personas, que empiezan a entender de forma natural que estamos todos relacionados. No solo entre nosotros, sino con lo que nos rodea. Tanto sea un árbol como una galaxia. Y que a su vez todo tiene un ritmo. Una mariposa que muere en 5 días, una estación o una etapa de desarrollo personal. Y cada una de esas cosas está regida por una energía, que si logramos identificar y acompañar, nos mantendríamos en paz con el evento. (Paz, que no hay que confundir con calma o tranquilidad...)
Algunos serán más sensibles, como pasa para cualquier cualidad humana. Algunos grupos se acercarán más rápido que otros y otros simplemente no lo verán nunca. (En nuestra era capitalista, todos sabemos que no hay que irse a África para encontrar un pueblo que se dedique a cultivar sus alimentos entre todos)
Y en esa dirección es bueno, por lo menos, mirar.
Tratar de escuchar los ritmos y las sensaciones naturales, tanto internos como externos.
¿Por qué?
No sé, no estoy seguro tampoco, pero tengo la idea de que ese movimiento nos va a liberar de una sensación que en algún punto muchos de nosotros tenemos.
Creo que nos vamos a liberar de la sensación de separación, de individualidad, que nos hace naturalmente amarretes.
Para vivir en amor, que no son corazoncitos y peluches.
Sino confianza y respeto.
Unión. Amor.
Joao
Mantente y serás sostenido
viernes, febrero 10, 2012
Agua para liberar
Emociones se agolpan en la garganta.
Lágrimas de liberación, alegría y tristeza piden permiso para ver la luz de la luna.
Ruiditos naturales venidos de la infancia hacen eco en el campo al otro lado de la ventana.
Marce, Mercedes, los dos Juanes y Luna cantan juntos, cada uno a su manera.
Y afloja... la vida afloja.
Se siente más liviano el camino cuando por un rato sentís tanto amor.
Cada parte de mi historia la llevo conmigo, en una memoria que se cree que olvida.
El camino empieza y termina a la vez, como la serpiente que se come la cola, para renacer...
El Maestro nos cuida, y en cada lágrima, la voz de una luna, Madre de todas las Madres nos susurra que siempre vivirá dentro nuestro.
Orgullo espero que sienta.
Amor siento yo
y nostalgia de algo que nunca fue correcto, pero siempre estuvo bien.
Joao
Resguarda tu sangre, pues es ella la que te va a salvar. Solo ella, siempre.
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