Mucha gente se acercaba y decía: "Che, que copado eso que estás escribiendo" y me daba palmadas en la espalda. Y yo con cara de falsa modestia decía "en serio te gusta? gracias...".
Hasta que apareció uno y dijo: "Che, está bastante bien, pero perdiste la frescura...".
Ehh! bardo! ¿Cómo es que viene un tipo y no cumple con el protocolo?. Me quedé con el "en serio te gusta, etc..." en la garganta y no me quedó otra que rememorar y aceptar: "si si... es totalmente cierto".
Bienaventurados los que no tienen miedo de aceptar lo que piensan y se lo dicen a los demás, porque están destinados a cambiar la humanidad.
Provisto de una nueva idea genial (y choreada) recorreré el barrio gritando que no me gusta el nuevo peinado de la panadera, que opino que es ridículo el titubeante vuelo de las mariposas y que me parece que el universo está levemente torcido hacia la derecha.
Seré implacable hasta el fin de los tiempos. O hasta que venga uno y me diga que opina que es mejor ser sumiso y adulador.
Con la certeza absoluta de que lo le cabe duda alguna de que no está seguro de nada.
“Somos nuestras relaciones, estamos acá para modificarnos”
2 comentarios:
Este post me parece una cagada
:P
zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
bueno, loco, a mí me dejás opinar como yo quiera, eh!
muack!
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