Antes de empezar tengo que decir algo: la conclusión de este párrafo no es nueva, ni original ni aporta mucho al que lo lee, pero aún así hay veces en que los conceptos viejos y sabidos siguen sorprendiendo.
Mas vale calidad que cantidad.
Eso es todo. Les dije que no era gran cosa.
Imaginense una recinto, grande, con todo preparado: música, iluminación, efectos, tragos, varios ambientes y cientos de personas. Ahora imaginen que todas las personas están quietas y mirando al piso. Por mas que agreguemos fuegos artificiales, bandas en vivo y acróbatas, eso nunca será una fiesta. Está todo, pero falta lo escencial: el espirítu.
Por eso, mediante este humilde rincón de la comunicación con la gente quiero decir dos cosas.
La primera: sean los animadores de la fiesta de la vida, solo es cuestión de empezar a bailar, de a poco mas y mas gente responderá. Y recuerden que un solo loco puede animar a 1000 "cuerdos", pero éstos nunca podrán amargar al loco.
Y la segunda es agradecer a todos los que hicieron de la fiesta en casa la mas grande de todas, aunque fue la mas chica.
Nos vemos la próxima.
1 comentario:
una vez que el loco empieza a transmitir ondas sonoras que terminan llenado la habitación y contagia a todos los cuerdos con esa mágica alegría, despreocupación, desinhibición y una desenfrenada euforia, es cuando se desata el fiestón y nadie se puede quedar sentado y sólo 9 personas saltan por el solo hecho de saltar
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