jueves, septiembre 29, 2005

Ante todo... mucha calma!

Si, si... es un precepto fundamental: mucha calma.
Nació como nacen muchas de las cosas que nos hacen reflexionar: como una broma.
Ya se está haciendo casi tan popular como la otra gran verdad "la vida... es maravilloooosa" (ya tiene una extensión muy apropiada "... y además nos quiere mucho").

Pero volviendo al tema: calma, mucha calma.
Me parece que uno de los caminos hacia la alegría, hacia la realización en su estado más simple parten de una mente calma.
A decir verdad lo venía sospechando desde hace un tiempo, pero había algo que no cuadraba. Una sensación me hacía rechazar la idea, o por lo menos no acercarme con ganas de tomarla.
Es que la asociación más primitiva me relacionaba al tipo contemplativo y sereno con algo así como un monje. Una persona con una gran vida interior, con toda la iluminación que quieras, está bien, pero en cierta forma "aburrida". Y la verdad que para aburrido yo ya tenía suficiente.
Pero parece que no, che.
En este caso, como en el famoso "la procesión va por dentro" podríamos decir que "la calma va por dentro".
Tener una vida y desenvolvimiento igual o mejor que todo el mundo, con sus momentos de fiesta, de reflexión, de estudio, de trabajo, de relax, de "reventón"... pero todo eso manteniendo la cabeza tranquila. Con un pensamiento a la vez, de ser posible el de la percepción del momento presente.

Una vez más, como en otros posts: mi pretensión no es ser reconocido como profeta, no hago mas que exponer ideas prestadas, recalentar algunas reflexiones y suponer que mis efímeras experiencias le interesan a alguien. Advertidos, prosigo:

Los problemas, todos, residen en nuestro intelecto. La asociación de una circunstancia determinada con una sensación de malestar o preocupación, responde a un condicionamiento externo. Y en general, una visión sesgada de la realidad es la que nos conduce a ese estado.
No hay problema que resista uno de los análisis mas simples:
"¿Tiene solución? ...entonces por qué te preocupas?"
"¿No tiene solución? ...entonces por qué te preocupas?!"

Aprendamos a vivir el presente, en donde las situaciones simplemente "son".
Por lo visto no es fácil, requiere trabajo, uno de los trabajos mas difíciles: el de "des-aprender".
Quitar viejas estructuras, que le confieren el control a los pensamientos, en lugar de a la mente.
El ejercicio es conceptualmente muy accesible.
La mente es mente, siempre lo será, y lo por lo tanto los pensamientos se generarán. Nuestra (conflictiva) gimnasia es la de "subirse" a cada pensamiento que pasa. Y de ese pasar al que sigue, y así, sin parar. El control de nuestra actividad está claramente montado sobre una sucesión de pensamientos descontrolados.

Solo por un momento, supongamos que podemos decir no. No voy a subirme a cada pensamiento que surja. No los bloquearé tampoco (seria como tapar una represa con las manos), simplemente lo dejaré pasar. Mi atención está en el presente, en ser, en respirar, en disfrutar...
Parece ridículo, o por lo menos demasiado simple para dar resultado, pero... con probar no se pierde nada, y tal vez en la calma obtenida esté la respuesta a muchas cosas.

"Las diferencias sutiles son las que marcan los grandes cambios."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como me parece que los comentarios anteriores no son muy aportativos que digamos, aprovecho a venderte una colección de muñequitos del chocolatín Jack que están de la hostiaaa...
Ah.. perdón , cómo... esta no era la sección clasificados??? Ups, me confundí... puedo empezar de nuevo?
Apenas un comentario... Lo que decís de los pensamientos es totalmente cierto. Y aunque a veces me esfuerzo muchísimo para contenerlos, me doy cuenta que lo que para vos (y muchos) es como una canilla, represa o símil... para mí puede ser una verdadera catarata. O peor... un tsunami. Tengo una terrible dificultad para controlar el mecanismo de la obsesión y la idea fija, cuando un pensamiento "se agarra" simplemente no puedo dejarlo ir, tengo que agotarlo, darle vueltas hasta que pierda su poder y ahi si... a volar, pensamiento.
Lástima que gran parte de las veces se me agarran los pensamientos angustiosos, no los más gratos, pero supongo que es una tara :P
En todo caso, cuando estoy en etapas más tranquilas y normales trato de ejercitar un poco eso que llaman "autocontrol" y sobre todo, en reordenar un poco ese caos que suelen causar tantas ideas juntas.
El día que alcance un Nirvana personal, por así decirlo, les aviso... por lo pronto les diré que es más fácil que vuelen los chanchos y que nos pongamos todos muyy viejitos antes que eso pase.
Seguramente vas por mejor camino que yo, muchacho, así que ... el mejor de los éxitos!