lunes, febrero 28, 2005

Objetivo

¿Quienes somos? ¿Qué hacemos acá?
¿POR QUÉ estamos vivos?
Supongo que ya todos nos hemos hecho estas preguntas, dudas universales que dan origen a la filosofía como tal. Pero creo que muy pocos se han atrevido a, cuando menos, tratar de responderlas.
Es lógico que de miedo: nos enfrentamos ni más, ni menos, con el peligro de no tener causa, de no tener motivo para estar vivos. Entonces mejor nos refugiamos en el destino, "yo tengo este trabajo porque no tengo otra", "sigo de novio, si total estoy tranquilo", "¿y yo que puedo hacer para salir de esta situación?"... y así unos cuantos otros argumentos que sabemos (lamentablemente) de memoria.

Pero no, no puede ser así. Hoy me levanté con la certeza de que el tema es mucho mas serio de lo que suponemos. Que si no tratamos de averiguar quienes somos y cual es nuestra misión, nuestro cometido en esta vida, estamos realmente perdiéndonos de algo.
Y si nos quedamos dormidos echando la culpa de todo al destino, aunque sea solo en una forma muy sutil, creo que en algún momento nos vamos a arrepentir.
El destino lo creamos nosotros con cada pequeña decisión que tomamos todos los días. Si hoy estamos en una determinada situación, sea que nos guste o no, somos nosotros los responsables totales, absolutos y únicos. A nadie podemos echar la culpa.

Y si a ese "abandono del destino" sumamos una carencia de objetivos, creo que es destino final no es la evolución personal.
Preguntaran ustedes ¿Y cómo averiguar a que venimos, donde están mis instrucciones de uso...?
Lo lamento, yo tampoco lo sé. Solo les puedo recomendar que estén atentos.

Hagamos algo, miremos hacia adentro. Justo en dirección al corazón, donde están guardados esos sueños, que no le contamos a nadie, por lo menos en forma completa. "Me gusta la pintura" decimos... pero callamos la segunda parte:"... y me gustaría poder vivir de armar entre todos los artistas un centro cultural", porque es "descabellado" o "sin sentido".

¿Seguro que no tiene sentido? Es decir: ¿hay mucho que perder? y si lo hay... ¿cuánto hay por ganar?

Busquen en los sueños, tal vez ahí esté la respuesta.
Yo por mi parte, además, voy a tratar con cartas astrales, borra de café, un Hare Krishna, un Gurú y un yogur, quién te dice...

Si me entero de algo que valga la pena, y me corresponde, les cuento

1 comentario:

Anónimo dijo...

a veces uno se sorprende de ver algo tan sorprendente... por que? si ya sabia desde años que nuestro amigo es sorprendentemente especial?
gracias por tus palabras Juancho, me ayudaron a recordar muchas cosas que habia... olvidado..? no, las escondi yo mismo, pero están saliendo a flote y tus palabras ayudan