
Creo que no hay mucho que aclarar...

Pocos metros me separan del secreto (dije metros y no centímetros), está ahí, al alcance de la mano.
Se trata en esencia de la obtención y permanencia de un estado mental "generador".
El primero de los incisos (llegar al estado) no representa una dificultad excesiva, lo único que complica las cosas es acordarse en los momentos de confusión que uno no debe perder el foco. El problema de verdad es conseguir mantenerse en esa línea de pensamiento, en ese estado de generación espontánea.
Bueno, como siempre mezclando todo, hablé de las características de una cosa antes de la hablar de la cosa misma.
Este estado particular del que hablo tiene una característica fundamental que es la ausencia total de preocupaciones. En alguna forma esto dispara condiciones secundarias, pero que a sus vez redefinen el precepto principal, estas condiciones son el no planeamiento de acontecimientos futuros, la ausencia de expectativa, el espíritu observador y sereno, la adaptación situaciones imprevistas, el estado de alegría permanente (no confundir con euforia).
El lector que evita prejuicios inmediatos, dejará pasar una primera sensación de que alguien que vive de esta forma no tendrá jamás objetivos, será una cáscara de nuez en una tormenta de mar. La idea es mucho mas sutil que la de convertirse en hippie rastafario que se dedica a esperar que "pase algo".
En realidad la cuestión sería obtener este estado de la mente en nuestras vidas diarias, en nuestro trabajo, en nuestro descanso, siempre...
Pero ¿qué tiene de interesante esa forma de vivir?... Todo.
En ese estado nuestra energía está enfocada en el presente, no se filtra en la elaboración de complejos planes de lo que está por ocurrir, ni se enfoca en la rememoración de acontecimientos pasados. Por otra parte el estado de alegría y calma canaliza esa energía del presente y la utiliza para atraer situaciones y personas con una vibración similar: pasan cosas buenas, se acerca gente buena.
La expectativa es una de las formas mas directa de atraer a los problemas. Ya lo he comentado una vez, pero no está mal repetirlo: un problema no es mas que la diferencia que existe entre el estado deseado y la situación actual. A mayor expectativas, mayor probabilidad de tener "problemas".
Como siempre, el concepto no está completo. Ni siquiera a mi me gusta como está expresado, pero es un intento.
Creo que a mí me sirve. Si por alguna casualidad o error le llegase a servir a alguien mas, ya estaría mas que cumplido mi cometido.
Releído lo anterior, la conclusión es siempre igual, debemos ser exactamente nosotros mismos. El problema es que para definir "yo mismo" no nos alcanzarían los días de una vida.
"Pequeña pero fundamental es la diferencia entre ser bueno y ser incapaz de ser malo"
Estoy en gravísimo peligro de cometer algo que yo mismo condeno duramente: el sentimentalismo. Por eso, con cara de macho y gestos grotescos caminaré los sinuosos caminos de la bondad, la entrega, el desinterés y (me rasco la oreja y escupo en el piso) su exponente supremo: el amor como amor mismo.
De los miles de habitantes que hay en la Tierra, bastó con que uno solo diga "Hola, sé que estás ocupado, pero igual: Hola".
No hace falta entregar fortuna, augurios maravillosos ni sedas de la china a cada persona con la que nos crucemos para empezar a ejercer la bondad.
Es más, hace poco me enteré que mi abuelo desaprobaba la actitud de salir corriendo a comprar cosas para agasajar una visita inesperada: es suficiente con dar lo que se tiene. Repito: dar lo que se tiene.
Se parece a algo así como: Somos todos parte de lo mismo, aprendamos a dar y a recibir como un gesto de armonía, de equilibrio. Intercambio de energía entre componentes de un mismo cuerpo.
"Solo sabiendo quién soy sabré qué es lo que quiero"
Pero me cach'en diez. ¿Será de Dios?...
Por qué será que a uno le da expresarse cuando se siente masomeno...
La cuestión es que en este preciso momento no estoy con todo el ánimo. Es complicado entender los giros y las lecciones de la vida. ¿Por qué nos toca lo que nos toca? ¿Hasta dónde nuestra responsabilidad es absoluta sobre los acontecimientos que nos aquejan?.
No sé, lo que en otros momentos no son mas que certezas, ahora se transforman en grotescas preguntas, en conocimientos inconclusos en inclusive (a mi modesto pesar) en misterios superfluos.
Todos los días tenemos lecciones. Hay momentos de lucidez en los que podemos comprender todo. O casi.
Y hay momentos obscuros, donde el panorama es negro, las salidas no existen o aún peor: son inalcanzables.
¿Qué gano escribiendo esto? No tengo la menor idea. De lo que sí estoy seguro es que no quiero escandalizar a nadie. En cierta forma, el cielo y el infierno conviven dentro nuestro, lo que pasa es que a veces (en forma prolijamente alternada) al barba o al rojo se les olvida la puerta abierta.
Este blog viene complicado, el problema es que ni yo sé exactamente de qué quiero hablar.
Voy a tratar de explicarlo...
Mi idea se acerca levemente a lo que sería el concepto de suerte, y de cómo definir a ésta como buena o mala.
La distancia entre los opuestos es diametral, no hay suerte más o menos mala, o casi buena. La famosa desgracia con suerte no es más que un aliciente para consolarse en algo hubiera sido mucho peor.
Sin embargo, sobre lo que yo quiero llamar hoy la atención es sobre otra cosa: las variables que están en juego, su interrelación y la asombrosa capacidad que tiene la realidad para encontrar una salida, para dar una vuelta más de tuerca.
Siempre hay un nuevo recurso disponible, siempre hay una puerta más.
"No, la enfermedad que contrajo en realidad es inofensiva, pero tiene los síntomas de una que es muy grave"
Ahí está, una puerta donde solo había una pared.
Esta vez si, no hay forma. La suerte, o mejor, las variables que maneja no saben de viajes temporales ni regeneración de documentos desde las cenizas.
Siempre hay un giro más. Nunca podremos suponer todas las alternativas. Y si algún día lo logramos, allí estará la realidad para demostrarnos que se nos olvidó una: lo imprevisible.
Externamente los movientos fueron mínimos, pero la situación se transforma totalmente, llegando a alterar los acontecimientos ya pasados... Me emocioné, no me hagan caso.
No reneguemos de la suerte, tal vez esté planeando para nosotros algo grandioso, único. O "simplemente" nos esté salvando la vida...
Ojalá no lo sepamos nunca...
"Solo conociendo la historia completa puede comprenderse el fin"
Estamos todos en un círculo, un ciclo de enseñanzas y aprendizaje, de Maestros y alumnos, de observadores y observados.
Esa maquinaria perfecta funciona con la más sutil de las energías: la intención.
Es nuestra actitud con la vida y con las personas que nos rodean lo que da la dirección y la fuerza a este sistema ininterrumpido de evolución.
Lo más interesante es que, aunque parezca mentira, los demás pensarán eso también de nosotros. A todos nos toca ser una dualidad gil/Maestro.
La idea se basa en compartir, con la misma naturalidad con la que uno vive.
Pero atención: cada uno de los componentes es tan importante como el sistema completo por una causa muy simple: el cristal con el que miramos. Enseñanzas hay de todo tipo todo el tiempo, si mi intención no está puesta en mejorar solo veré cosas que me destruyen, y en el sentido inverso, aunque mis enseñanzas (casi siempre involuntarias) sean destructivas, si el receptor está dispuesto a evolucionar, encontrará en ellas oro puro.
Me refiero a conexiones que están más allá de las palabras.
Hablo de crecimiento continuo y comunitario.
De la aparición de Maestro en los lugares mas extraños.
De cosas que de un día para otro y sin entender cómo, cambian para siempre.
Creo que esta vez las palabras no alcanzan, y tiene sentido, hay enseñanzas que son imposibles de hablar...
¿Cómo tengo que desenvolverme ante tanto afecto en la gente?
¿Es importante lo que me dicen? (maldito ego).
¿Rompe la bolas hacer de humilde?
No, no es humildad. Es incredulidad.
Es como cuando alguien dice algo lindo, y uno se da vuelta para ver si no se estaban refiriendo a alguien detrás nuestro.
Claro, cuándo se iba a creer ese gil, ese que en algún momento preguntó "Pero... ¿para qué sirve relacionarse con la gente?" que un día lo iban a reclamar.
En realidad todavía no se lo cree. O no quiere... pero está bien, las certezas solo sirven para que los ingenieros juren que un puente nunca podría haberse caído...
Disculpen que este post está saliendo medio desordenado, pero el exceso de información complica su exposición en una forma ordenada.
Miles de ejemplos se me ocurren para describir esas enseñanzas, pero ninguno las refleja de verdad, dejaré en la imaginación de cada uno la misión de entender mis palabras.
No sé si un día lograré ser mucho mejor de lo que soy, pero con los instantes pasados hasta ahora me alcanza para completar en la planilla celestial que mis objetivos casi fueron cumplidos.
Último orejón del tarro.
Primero al que no le importa.
Si, si... es un precepto fundamental: mucha calma.
Nació como nacen muchas de las cosas que nos hacen reflexionar: como una broma.
Ya se está haciendo casi tan popular como la otra gran verdad "la vida... es maravilloooosa" (ya tiene una extensión muy apropiada "... y además nos quiere mucho").
Pero volviendo al tema: calma, mucha calma.
Me parece que uno de los caminos hacia la alegría, hacia la realización en su estado más simple parten de una mente calma.
A decir verdad lo venía sospechando desde hace un tiempo, pero había algo que no cuadraba. Una sensación me hacía rechazar la idea, o por lo menos no acercarme con ganas de tomarla.
Es que la asociación más primitiva me relacionaba al tipo contemplativo y sereno con algo así como un monje. Una persona con una gran vida interior, con toda la iluminación que quieras, está bien, pero en cierta forma "aburrida". Y la verdad que para aburrido yo ya tenía suficiente.
Pero parece que no, che.
En este caso, como en el famoso "la procesión va por dentro" podríamos decir que "la calma va por dentro".
Tener una vida y desenvolvimiento igual o mejor que todo el mundo, con sus momentos de fiesta, de reflexión, de estudio, de trabajo, de relax, de "reventón"... pero todo eso manteniendo la cabeza tranquila. Con un pensamiento a la vez, de ser posible el de la percepción del momento presente.
Una vez más, como en otros posts: mi pretensión no es ser reconocido como profeta, no hago mas que exponer ideas prestadas, recalentar algunas reflexiones y suponer que mis efímeras experiencias le interesan a alguien. Advertidos, prosigo:
Los problemas, todos, residen en nuestro intelecto. La asociación de una circunstancia determinada con una sensación de malestar o preocupación, responde a un condicionamiento externo. Y en general, una visión sesgada de la realidad es la que nos conduce a ese estado.
No hay problema que resista uno de los análisis mas simples:
"¿Tiene solución? ...entonces por qué te preocupas?"
"¿No tiene solución? ...entonces por qué te preocupas?!"
Aprendamos a vivir el presente, en donde las situaciones simplemente "son".
Por lo visto no es fácil, requiere trabajo, uno de los trabajos mas difíciles: el de "des-aprender".
Quitar viejas estructuras, que le confieren el control a los pensamientos, en lugar de a la mente.
El ejercicio es conceptualmente muy accesible.
La mente es mente, siempre lo será, y lo por lo tanto los pensamientos se generarán. Nuestra (conflictiva) gimnasia es la de "subirse" a cada pensamiento que pasa. Y de ese pasar al que sigue, y así, sin parar. El control de nuestra actividad está claramente montado sobre una sucesión de pensamientos descontrolados.
Solo por un momento, supongamos que podemos decir no. No voy a subirme a cada pensamiento que surja. No los bloquearé tampoco (seria como tapar una represa con las manos), simplemente lo dejaré pasar. Mi atención está en el presente, en ser, en respirar, en disfrutar...
Parece ridículo, o por lo menos demasiado simple para dar resultado, pero... con probar no se pierde nada, y tal vez en la calma obtenida esté la respuesta a muchas cosas.
"Las diferencias sutiles son las que marcan los grandes cambios."
Nuevo post.
No sé, mucho cambio, muchas cosas iguales...
La revolución va por dentro, pero se choca con las paredes de una personalidad no dispuesta a ceder terreno.
"Se libre!, corré!, decí de una vez lo que pensás!"
Sos inteligente, tenés razones para hacer las cosas, tenés gustos concretos... y sin embargo, todo sigue igual. O por lo menos molestamente parecido.
¿Cómo se hace para que los cambios lleguen hasta la raíz misma del ser?
A veces me siento como atrapado en unas formas sumisas y complacientes. Y lo que mas me molesta es que me doy cuenta 20 minutos después.
No hay reacción. Y lo que es peor: muchas veces hay miedo.
Pero necesito más. ¿Qué raro, no? Cuac!.
Vamos a ver cómo evoluciona esto...
"...confundido, reflexionó el buscador: ¿Y ahora de qué me disfrazo?"
"Duro es el camino y sé que no es fácil, solo hay que cerrar los ojos y echarse a volar."
Si, definitivamente estoy medio musical. No me hagan caso.
Hace tiempo que le vengo debiendo un post y encontré un momento al fin para poder hacerlo.
Son increíbles los giros que puede tener una vida. Obligaciones, compromisos, trabajos, materias, complicaciones... y sin embargo, con solo mantener la calma se puede ver todo claro.
El Maestro está ahí, mirando, dejándonos ser tan libres como deseemos.
Muchas cosas me han pasado desde la última vez que escribí y tengo la sensación de algunas de esas cosas me cambiaron para siempre.
Creo que ya voy entendiendo cómo funciona esto (de entender a aplicar lo entendido hay largo camino), la idea es cumplir con nosotros mismos, con lo que suponemos correcto. Luchar por nuestros sueños.
No, luchar no... trabajar. Suena mejor.
Y después, casi sin que te des cuenta se abre una puerta. ¿Una llegada? No, nada de eso es ni más ni menos que una largada, un nuevo camino por recorrer.
Sensaciones nuevas, Nueva gente, Movimiento... "El cambio es bueno..." (dijo Rafiky ;-) y tenía mucha razón.
Los pesares están, pero de a poquito uno se da cuenta de están allí por algo. Son un motor, un impulso que alimenta
Dijo el sabio de turno "Todo está en orden, todo siempre está en orden, la diferencia está en que entendamos y/o aceptemos ese orden"
Ya los tengo cansados con esto, pero se los repito igual: el Maestro sabe lo que está haciendo.
Déjense llevar, pero no se pierdan ningún colectivo, nunca se sabe de donde llegará el nuevo mensaje.
Un abrazo para todos.
Tómense por un segundo el trabajo de darse cuenta que están vivos. Se lo van a agradecer.
Hoy me desperté con ganas de vivir el momento, de estar presente aquí y ahora. De sentir mis acciones, de saberme vivo.
"...saco la llavero de la riñonera, busco la llave... no, esa no, esa es de casa. Acá está. Pongo la llave en la cerradura y doy dos vueltas, eso es..."
Tan elemental como eso. Todos los maestros lo dicen: "Se hoy y ahora". No pienses en lo que estás por hacer, no pienses en lo que pasó.
Vive como si cada situación fuera nueva.
Habla con las nuevas personas que conozcas sin caratularla. "Este tipo es como Walter, un pesado...". En ese mismo momento nos perdemos una oportunidad única: conocer a alguien nuevo, explorar las posibilidades que ofrece una vida.
Hago una pregunta: ¿Sos la misma persona que eras hace quince años? ¿y hace un año? ¿y hace una semana?
Si nosotros no somos los mismos y tenemos mil experiencias y sentimientos nuevos en cada amanecer, por qué suponer que la gente que nos rodea sí es exactamente la misma que alguna vez conocimos.
Si podemos dejar los prejuicios veremos cosas nuevas y sorprendentes ahí donde solo había "cosas conocidas".
Pero atención, que no me refiero a prejuicios en cuanto a su connotación vil: la discriminación, sino a algo mucho más elemental. Pre juicio. Juicio previo. Idea del comportamiento, personalidad y acciones de una persona que creamos en algún momento y nunca la replanteamos.
La gente a nuestro alrededor se renovará todos los días, por más que sean las mismas. Siempre algo nuevo hay en cada uno de nosotros. Si logramos vivir ahora y dejar las influencias del pasado, cortaremos una de las cadenas mas grandes de las que nos impiden ser libres: buscar repetir cosas porque nos gustaron y evitar otras porque no nos gustaron.
A veces hay que volver a probar, otras hay que dejarlas pasar.
Recordemos que las situaciones más hermosas de nuestra vida siempre fueron nuevas, nunca la repetición de algo vivido.
Supongo que el Maestro sabe.
"Me pregunto de qué me estaré salvando" dijo el sabio de turno. Todo evento que no entendemos o que no nos gusta no es mas que una sincronización, algo que tiene que ocurrir para que luego ocurran otras cosas.
No olvidemos nunca que el hombre con más suerte del mundo, aunque sea por un rato, volverá a ganar.
Dejemos el pasado y seamos cada día nuevos, para disfrutar la vida y entender que cada segundo es un regalo. Un regalo de amor, no de caridad.
Ahora yo pregunto: ¿Qué sería del universo, si no estaríamos allí para interpretarlo?.
No se si este post saldrá optimista o pesimista.
Es extraño, hay veces que todo está bien: uno tiene libertad, amigos, estudio, trabajo, la plata necesaria para vivir, la cama calentita, una relación mas o menos aceptable con la familia... todo casi bajo control, y sin embargo, a la vez, nos invade una sensación de amargura, de vacuidad, de falta de motivos, de "no se qué" que hace que todo tenga un tinte negro.
Todo está bien, pero no. Hay algo que falla.
Más de uno dirá "Si! a mi me pasó". Y gentilmente me brindará los consejos que le hicieron bien en ese momento. Serán bienvenidos.
Estoy desconectado del mundo social, por no compartir cosas frecuentemente siento una distancia incómoda con mis amigos. Como no me pasa nada interesante no tengo nada que contar. Estoy solo... no, no es cierto: me siento solo.
Estoy sobrecargado de trabajo, salgo de mi casa, trabajo, trabajo, trabajo, llego a casa, duermo todo lo que puedo y sigo al otro día.
La mala suerte y las vacaciones me separaron hasta de mi grupo de estudio. El horizonte, si bien está dibujado (esa es a favor) esta muuuy lejos. Todo lo que sigue por un tiempo requiere de grandes esfuerzos. Mis gustos están relegados a los tiempos que no tengo. La casa está sucia y fría, los perros del barrio se entretienen rompiendo las bolsas de basura de todos mis vecinos en la entrada de mi casa. Para peor entré en uno de esos períodos que podrían denominarse como "Etapa Gamexane": basta con que me acerque a una mina que me gusta para ahuyentarla hasta la frontera más próxima. Mi familia, en forma sutil a veces, y en formas no tan sutiles otras, me exige cosas: atención, afecto, plata...
Y sin embargo... estoy contento. Carente de toda preocupación.
No sé cómo. Pero algo me tiene tranquilo, dando un poquito más.
Se que voy tras algo, y que ese algo no es un sueño irrealizable, una quimera que pone paños fríos al día a día, sino que ese algo existe y es realizable.
Me parece que por ahí anda
Por locos, ridículos o insignificantes que parezcan, si no tenemos una meta, un camino a seguir, una senda, una flecha, una zanahoria, en fin, un punto de llegada, nos vamos a sentir perdidos.
Y creo que lo más importante del objetivo es que sea propio, que salga de lo más profundo de nuestro ser. No importa que la idea salga de la nota de una revista, de la charla con un desconocido o lo veamos en televisión (de algún lado hay que sacar las ideas) lo importante es reconocerla como propia.
Tener un millón de dólares parece ser una meta lógica para muchos... ¿será cierto?
¿Se habrán preguntado esos muchos que hacían si ahora mismo tuvieran el millón? Tal vez seguirían siendo iguales...
"Me iría de viaje!" gritarán algunos. Yo pregunto: ¿para viajar hace falta un millón de dólares? ¿O poner un pié delante de otro en la dirección que deseamos?
El maestro de turno dijo "Las cosas se hacen... haciéndolas". ¿Qué absurdo no?. No, para nada. Léanlo de nuevo.
La vida sigue, es importante no perderla.
Hay que caminarla, pero si nunca frenamos a juntar provisiones, tal vez pasemos hambre.
Recién bañado, en bata frente a la estufa, pienso...
Tengo ganas de escribir algo, de trasmitir una señal, de llevar ánimos. Aunque mas no sea para convencerme un poco a mí.
El ánimo fluctúa, los acontecimientos se suceden, la cabeza procesa, analiza, saca resultados y sigue adelante (un día le voy a encontrar el interruptor).
Y de fondo, allá lejos, una pequeña luz, que destella mortecina. Es un camino, una salida del laberinto (laberinto irreal, de espejos de doble vista).
En algunos casos la luz es firme y brilla muy cerca. Nada parece indicar que podemos perdernos, la situación está controlada y nuestro sueños son cumplidos al pié de
Pero de pronto, por no ver donde ponemos los pies, o peor, por no hacer caso a las advertencias del corazón, perdemos el rumbo y la luz se pierde en el horizonte. Se confunde entre resplandores falsos y estrellas mentirosas, que nos muestran un camino imposible.
¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo salgo de esta?
Compromisos nunca pactados, obligaciones intrínsecas. Cadenas sin nombre que oscurecen el hoy y opacan los mañanas.
Días grises.
Sin embargo, en los escasos momentos en que la cabeza frena, y aún cuando todavía no nos quitamos los problemas de encima, un presentimiento, una ligera sensación nos dice que la luz al final del túnel sigue ahí, que nunca se perdió. Que se ocultó un poco para advertirnos que debemos estar más atentos y que tenemos (por suerte) mucho que aprender.
La guía nunca se pierde, pero cambia de forma para captar nuestra atención. Si siempre nos enseñasen de la misma forma un día dejaríamos de ver las lecciones, pues sería rutina.
Supongo que mucha gente estará cansada de mi ilógica confianza en un Plan Superior. No me interesa que me crean, pero les aseguro que caminar por la cuerda floja es mucho mas fácil si sabemos que abajo está la red.
Todo los que nos ocurre está contemplado en algún sitio, tiene un fin. ¿El destino está escrito entonces? No, somos absolutamente libres. De alguna manera solo nos pasa lo que nos tiene que pasar, pero aún así nuestra capacidad de elección es total.
¿Mi situación actual no es la que deseo? ¿He perdido la luz que me indica el camino? Pues desea cambiar con tu corazón y ponte a trabajar por el cambio.
Pide y se te dará.
Recuerda que no es necesario que alguien camine sobre las aguas para que acontezca un milagro. De hecho piensa que estás vivo. Vivo.
Necesitas mas prueba de milagro que eso...?
Siempre ocurre así. Cuando supusimos que no queda otra salida, que estamos corriendo hacia el abismo y ya faltan pocos metros, que no hay forma de que las cosas cambien, en fin, cuando parece que no quedan en este planeta posibilidades de conocer cosas, situaciones y gente nueva, ahí aparece el Maestro, y con vos sutil nos dice: "ves? aún queda un mundo entero, lleno de nuevas experiencias que yo hice para ti".
Una puerta se abre, o por lo menos deja pasar un poco de luz. Nos crecen pequeñas alas que estabilizan nuestra vertiginosa caída para poder caer mas o menos de pie.
Y por enésima vez nos damos cuenta de que nos estábamos ahogando en un vaso de agua. Vaso que hasta hace unas horas era el océano mismo.
Y una vez que nos paramos, nos sacudimos (un poco) el polvo de las viejas estructuras que se rompieron, o por lo menos empezaron a rajarse y seguimos avanzando. De a pié. Paso a paso, observando con ojos nuevos este regalo, esta segunda oportunidad (van a ser un millón, pero siempre le diremos segunda) que nos regala la vida, el Maestro.
Esos pasos se irán afirmando y comenzaremos a acelerar la marcha, pues ya dominamos "con maestría" el camino. Los detalles empiezan sobrar y solo queda atención para mirar en donde ponemos el pie en el siguiente paso, hasta que simplemente confiamos en que el suelo siga existiendo. De golpe, como un rayo, levantamos la cabeza y vemos en el horizonte una figura que siempre tiene una nueva forma, pero ya conocemos: el abismo. Con tanta carrera desenfrenada nos hemos olvidado de ejercitar nuestras alas, y estas se han marchitado y han caído. Nunca nos dimos cuenta (siempre ocurre lo mismo).
Y si aún así todo falla y el precipicio se acerca, arrojémonos confiados, sabiendo que alguien nos tomará en sus brazos, nos regalará nuevas alas y nos dejará seguir nuestro camino... libres.
No estoy haciendo propaganda de café. Tampoco estoy tratando de armar algo sensiblero y barato.
Lo único que pretendo es sentir, interpretar y transmitir, pero a veces es difícil.
Por eso lo de "Sensaciones", hay cosas que no entran en la razón, solo se sienten a través de sutiles mensajes a nuestro cuerpo físico y espiritual. La joda es discernir hasta donde no lo imaginamos nosotros.
Muchas cosas están pasando, hay algún tipo de energía que nos está envolviendo a todos.
Nos están mostrando cosas.
Deseo, siento, quiero... sumar mi alma a este nuevo movimiento. Dos encuentros muy cercanos con la nueva energía en un solo fin de semana es demasiado hasta para el más racionalista y ateo de los matemáticos.
Algo pasa.
Creo que decir "quiero entender que pasa" es muy pretensioso para un tipo como yo. Hasta acá me conformo simplemente con no quedarme afuera.
Si no puedo quitarme de encima problemas que son de índole subterráneamente humanos, menos puedo pretender comprender las intenciones de alguna organización superior. (A propósito: ¿cómo se le pide a alguien que no te lastime, que se aleje de una vez, cuando a la vez se sabe que esa distancia solo significa dolor?). Tonterías.
Vuelvo a repetir: algo pasa, y deseo estar ahí cuando ese "algo" ocurra.
Estén atentos, tengo la sensación de que va a pasar un micro, de esos que no pasan dos veces.
Los que no tengamos para el boleto, viajaremos en el estribo.
Pero yo prefiero el riesgo de la incertidumbre a la certeza de la muerte.
Saludos de Oso.
¿Cómo se sigue adelante cuando a uno no le gusta lo que ve?
No... en realidad el problema no es "Cómo seguir", porque seguir vas a seguir lo mismo, quieras o no, jodete. El problema real es "¿Cómo le pongo onda al hecho de tener seguir?". Cómo disfrutar de esto si, al final, es lo que vinimos a hacer.
La solución está ahí, muy cerca.
Vivir ahora. Ni en el pasado ni en el futuro. No pensar en lo que pasó ni en lo que va a pasar, concentrarse en el ahora, o mejor, SER ahora.
Me canso de recibir mensajes de ese estilo en libros, canciones, la gente que me rodea, es más, la otra vez me lo dijo en el horóscopo de un chicle Bazooka de uva.
Y lo peor es que estoy totalmente de acuerdo con ese precepto.
Pero tengo la sensación de estar tratando de hacer andar un lavarropas con el manual de una video casetera. Algo falla.
Que lindo... no? (Léase con tono chistoso)
Ahora viene la pregunta del millón: ¿En los planes que tiene para mí, se habrá acordado de poner todos los ingredientes?
La sensación de que "algo" está por pasar ya no me satisface del todo, quiero que ese algo pase de una vez y listo... que tanto ni que tanto.
Mirá si después de tanto esperar, esa motivación etérea, ese perseguir una luz, se transforma en una desilusión lisa y llana. O peor aún: en un "si... zafa, pero esperaba otra cosa". Un Horror.
Qué difícil es a veces conservarse integro.
Comer y dormir bien, llevar el estudio mas o menos al día, amar a alguien, producir en el trabajo, salir con los amigos, tener la casa ordenada, las cuentas pagas, la ropa limpia, ahorrar, recordar los cumpleaños, devolver lo que nos prestan, pedir lo que nosotros prestamos, hacer deportes, leer por gusto, tener un tiempo para no hacer nada...
Lo primero que se me viene a la cabeza al releer las líneas de arriba (seguramente igual que a ustedes) es: obsesivo de mierda!!!
Entiéndanme, el cuarto es metafórico, lo que quiero plantear es cuan difícil es, o por lo menos cuanto me cuesta a mí, mantener los problemas, situaciones y circunstancias diarias en un estado de compresión y atención.
No se, ahora que comparto esto me siento un poco mejor.
Es que a veces me olvido que hay un único momento en la vida en el que realmente podemos ser felices, y ese momento es ahora.
Todo empieza con un abrazo, en el que dejé otro pedazo de alma. ¿Qué pasará por esa cabeza?... no, ¿qué pasará en ese corazón?
Ya no sé si quiero saber. (Me estoy mintiendo).
La calle parece estar en paz. La luna... siempre está ahí.
Los sueños se pueden tocar, pero para que sigan sueños, siempre se quedarán un centímetro adelante.
"Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida Y se van llorando, llorando la hermosa vida"
De la nada, o mejor, desde lo que todo lo es, llega la respuesta a
Si uno se dedicara exclusivamente a vivir, nada le faltaría. Ahora lo sé. Siempre lo supe.
La magia sigue y atrapa decenas de almas en una sola estrella. El que viaja vive dos veces, y el que hace arte también.
Tuve que elegir (siempre debo hacerlo). Dejé la botella y me dejé llevar. Pero esta vez fue mi opción. En otro lugar algo se quebraba.
Volví a elegir y hablé. Me gusta y me sorprende que el miedo ya no esté. No voy a volver atrás.
Yo soy el que yo soy.
Todo sucedió como se suponía. Es raro que muchas veces el final de una historia esté más cerca que su propio principio.
Me cansé de salir derrotado de una lucha de sombras en un cuarto de espejos.
Sin fuerzas, o peor, sin armas, con un as falso en la manga espero el momento de jugar otra vez. ¿La apuesta? La de siempre: el corazón.
El hombre con más suerte del mundo volverá a ganar, aunque sea por un rato.
Eso lo mantiene vivo. En realidad lo mantiene... nada más.
Ninguno de los de adentro sabe bien qué es, lo que si saben es que es grande.
Y cuando eso ocurra, ni se preparen ni se asusten pues todo será como debió ser siempre.
Para todo hay un tiempo. La vida fluctúa.
Todo el tiempo, en diferentes períodos y dentro mismo de los períodos.
Creo que si se pudiera graficar en líneas como es la vida de las personas, veríamos algo así como una gran ondulación, mas o menos continua, y dentro de cada de cada intervalo, nuevas ondas, mas pequeñas, independientes de su entorno. Y dentro de estas, mas.
En teoría.
Deberíamos dejar de asignar juicios de valor a los estadíos en las fluctuaciones.
¿Esto qué significa? Significa que estar "abajo", "triste", "muuuy pancho" no tiene por qué necesariamente significar que uno esta mal.
¿No funciona así, acaso, toda la creación? Períodos altos y bajos, que es muy diferente de períodos buenos y malos.
Miremos un poco la naturaleza. ¿Los osos pensarán que están deprimidos porque el cuerpo les pide dormir durante un par de meses? ¿Las mariposas creerán que son esquizofrénicas por pasar de un bicho horrible a una criatura hermosa en unas horas? ¿Los árboles se sumirán en profundas crisis en las épocas invernales por quedar pelados?
¿Estoy triste? es posible que tenga que reflexionar sobre algo.
¿No hice nada, y aún así no tengo fuerzas? Tal vez necesite mas descanso y mirar mas hacia adentro.
¿Hace dos días que no duermo y tengo ganas de salir lo mismo? Quizás la organización celeste se dió cuenta de que era la única chance de coordinar en mismo punto a dos vidas que están destinadas a cruzarse.
De lo que sí estoy seguro, es que los períodos están, y hay que aprender a usarlos y a disfrutarlos, no a sufrirlos.
No hace mucho tiempo alguien me preguntó:
- ...
Ese acontecimiento me hizo pensar que, tal vez, me esté perdiendo de algo, y empecé a ver que me hace feliz a otros niveles. Niveles alcanzables, sin trampas filosóficas. No se tiene que ser el Dalai Lama para encontrar felicidad.
El viento en la cara cuando ando en
Desde arriba las cosas se ven lindas y "de paso" nos ven lindos a nosotros.
Pero tiene sus desventajas... por mas que gritemos no nos van a escuchar. Y peor aún... ¿quién se va a animar a subir?
¿Por qué ser lo que se supone que uno debe ser?
¿Por qué no ser, mejor, lo que uno desea?
Por otro lado da vértigo caer de tan alto.
Pero es posible que desde los escombros, nos encontremos con algo que nos sorprenda: nosotros mismos. Nuestros deseos. El viento en la cara.
¿Quienes somos? ¿Qué hacemos acá?
¿POR QUÉ estamos vivos?
Supongo que ya todos nos hemos hecho estas preguntas, dudas universales que dan origen a la filosofía como tal. Pero creo que muy pocos se han atrevido a, cuando menos, tratar de responderlas.
Es lógico que de miedo: nos enfrentamos ni más, ni menos, con el peligro de no tener causa, de no tener motivo para estar vivos. Entonces mejor nos refugiamos en el destino, "yo tengo este trabajo porque no tengo otra", "sigo de novio, si total estoy tranquilo", "¿y yo que puedo hacer para salir de esta situación?"... y así unos cuantos otros argumentos que sabemos (lamentablemente) de memoria.
Pero no, no puede ser así. Hoy me levanté con la certeza de que el tema es mucho mas serio de lo que suponemos. Que si no tratamos de averiguar quienes somos y cual es nuestra misión, nuestro cometido en esta vida, estamos realmente perdiéndonos de algo.
Y si nos quedamos dormidos echando la culpa de todo al destino, aunque sea solo en una forma muy sutil, creo que en algún momento nos vamos a arrepentir.
El destino lo creamos nosotros con cada pequeña decisión que tomamos todos los días. Si hoy estamos en una determinada situación, sea que nos guste o no, somos nosotros los responsables totales, absolutos y únicos. A nadie podemos echar la culpa.
Y si a ese "abandono del destino" sumamos una carencia de objetivos, creo que es destino final no es la evolución personal.
Preguntaran ustedes ¿Y cómo averiguar a que venimos, donde están mis instrucciones de uso...?
Lo lamento, yo tampoco lo sé. Solo les puedo recomendar que estén atentos.
Hagamos algo, miremos hacia adentro. Justo en dirección al corazón, donde están guardados esos sueños, que no le contamos a nadie, por lo menos en forma completa. "Me gusta la pintura" decimos... pero callamos la segunda parte:"... y me gustaría poder vivir de armar entre todos los artistas un centro cultural", porque es "descabellado" o "sin sentido".
¿Seguro que no tiene sentido? Es decir: ¿hay mucho que perder? y si lo hay... ¿cuánto hay por ganar?
Busquen en los sueños, tal vez ahí esté la respuesta.
Yo por mi parte, además, voy a tratar con cartas astrales, borra de café, un Hare Krishna, un Gurú y un yogur, quién te dice...
Si me entero de algo que valga la pena, y me corresponde, les cuento